JAVIER VIDAL. Director General de Universidades. MEC

“La Unión Europea recomienda una mayor participación privada en las Universidades”

1. ¿Qué le ha aportado al Ministerio de Educación y Ciencia el Informe de Financiación del Sistema Universitario Español, con respecto a lo que en materia de financiación universitaria se lleva a cabo en el resto de Europa?

En Europa hay modelos completamente diferentes, por lo que nadie busca una homologación total en este aspecto, ni siquiera en los estudios, ni mucho menos en la financiación. Lo que se busca es una armonización: de lo que se trata es de tener un lenguaje común, con unos objetivos comunes, para construir el sistema educativo europeo, que sea atractivo, no sólo para nuestros estudiantes europeos, sino para terceros países. En este sentido, es cierto que la Unión Europea hace recomendaciones para que se incremente la financiación, y que haya una participación mayor del ámbito privado, que no significa necesariamente un incremento de tasas, sino que puede ser en la financiación a la investigación.

2. ¿Y qué indicadores permiten tener referencias para saber por dónde debe ir este incremento en la financiación universitaria?

Los indicadores que se aplican para comparar es el gasto por estudiante y en relación al Producto Interior Bruto del país. Y este es un indicador muy sencillo de conocer y entender que no siempre da lugar a unas consecuencias directas. Esto quiere decir que, si nosotros decidiéramos mañana poner todo el dinero que hace falta para llegar a cumplir con ese indicador, es muy probable que no obtuviéramos los resultados directos sobre la calidad de la enseñanza.

3. El Informe señala que a España le hace falta unos 2.700 millones de euros para equipararse en cifras a la media europea de financiación universitaria.

Si, el Sistema Universitario debería manejar unos 2.700 millones de euros más, y esto puede ser por diversas vías. Dado que las competencias en materia educativa están en las Comunidades Autónomas, tenemos, cuanto menos, que buscar esas vías en el Gobierno de España, en el de las Comunidades Autónomas, en las propias universidades, en las familias, y en las empresas y la industria. En una combinación de todos estos factores debería existir la necesidad de buscar esta financiación. Y esto no implica necesariamente que tengamos que incrementar las tasas para tener más dinero.

4. Y si nos comparamos con algunos países europeos, hay una clara diferencia en la aportación financiera a la universidad desde las empresas privadas, que es mucho menos en España.

Hay países como en Alemania, donde la financiación privada es muy alta, y donde los estudiantes apenas pagan tasas. Y luego tenemos dos dimensiones: en la Universidad se hace tanto enseñanza como investigación. Y a través de la investigación pueden venir muchos recursos. Y todos los modelos de financiación que se están barajando en Europa van por el mismo camino: ya no se trata de decir cuánto dinero ponemos para las Universidades, sino de decir cómo lo ponemos. Por ejemplo, ¿seguimos financiando exclusivamente el número de estudiantes que tiene cada universidad o financiamos el rendimiento de esos estudiantes?, ¿financiamos sólo estudiantes, o financiamos estudiantes e investigación?, ¿la investigación la financiamos sólo a través de proyectos concretos o ya deberíamos dejar que las universidades tenga un fondo para que ellas decidan qué líneas deben potenciar?...