Entrevistamos a
La ULPGC elige un nuevo equipo para el Defensor Universitario
ALICIA LLARENA. Ex Presidenta del Defensor Universitario de la ULPGC
“Hemos contribuido a que las personas que acuden al Defensor Universitario se sientan amparadas”
JORGE TRIANA. Nuevo Presidente de Defensor Universitario de la ULPGC
“Escucharé e intentaré ser escuchado las veces que sean necesarias”
Alicia Llerena y Jorge Triana. Ambos profesores tienen en común su experiencia en la Universidad y su talante conciliador. Dos premisas fundamentales para ejercer de Defensor Universitario, donde el diálogo juega un papel esencial para la resolución de conflictos que en las distintas instancias universitarias no se han resuelto. Desde el 21 de enero, el Claustro Universitario ha elegido a un nuevo equipo de Defensor Universitario, que preside a partir de ahora el profesor Jorge Triana, tras cinco años a cargo de la profesora Alicia Llarena. La profesora saliente y el profesor entrante nos hacen balance y nos adelantan sus retos futuros.
ALICIA LLARENA. Ex Presidenta del Defensor Universitario de la ULPGC
“Hemos contribuido a que las personas que acuden al Defensor Universitario se sientan amparadas”
1. En los años que ha sido la presidenta de este órgano, ¿la ULPGC ha evolucionado en algunos aspectos gracias a esta labor?
Bueno, la evolución de una institución como la nuestra depende sobre todo de la gestión de los equipos de gobierno, de los órganos colegiados y del compromiso de toda la comunidad universitaria en general. A veces nuestras recomendaciones contribuyeron a limar aspectos que resultaban problemáticos y reincidentes, y en otras ocasiones elevamos a distintas instancias observaciones o sugerencias que tenían el propósito de mejorar aspectos perfectibles. Pero básicamente, nuestro propósito fue más íntimo, más personal y doméstico, como corresponde, según nuestro criterio, a una figura de este tipo.
Aunque es cierto que el Defensor puede actuar de oficio, y elevar a las instancias pertinentes cualquier recomendación que crea necesaria, soy de las que piensan que es más sensato observar sin interferir en la vida universitaria, salvo que sea urgente o necesario. Si contribuir a que las personas que acuden al Defensor se sientan amparadas, a aliviar tensiones y a propiciar acuerdos y entendimiento es evolucionar, entonces seguramente que hemos contribuido a ello. En todo caso, es a los usuarios a quienes corresponde hacer esta valoración.
3. ¿Cuál es su balance personal de estos años?
Desde el punto de vista estrictamente profesional, la oficina ha resuelto más del 90 por ciento de los casos con el consenso de todos. En el resto, que son pocos, pero significativos, lamentablemente no hubo posibilidad de que nuestras recomendaciones se llevaran a la práctica. Como se sabe, el Defensor no tiene capacidad ejecutiva ni puede, por ello, imponer sus decisiones, de modo que si falta la voluntad de alguna parte, el caso no finaliza como hubiera sido deseable. Esta es quizás la parte oscura del cargo, que a pesar de la intención, de la buena fe y de la energía que a veces se empeña para solucionar un conflicto, si no se aúnan todas las voluntades, no puede irse más allá. En este sentido, me hubiera gustado que nos hubieran hecho caso en alguno de los expedientes que tramitamos, pues creo que la confianza hacia la figura del Defensor se resiente en situaciones como esas. Y el Defensor Universitario vive de esa confianza, precisamente.
En cualquier caso, el equipo deja la oficina sabiendo que, en conciencia, siempre hizo todo lo posible. Desde un punto de vista más personal, ya tuve ocasión de señalar en mi despedida ante el Claustro que el paso por la oficina del Defensor me ha permitido aprender mucho del alma humana y no tengo más que agradecimiento por haber tenido el privilegio de vivir esta experiencia.
4. ¿Qué deja para el que llega?, ¿qué avances quedan por hacer en la ULPGC?
Sobre todo mi disponibilidad y mi apoyo para colaborar en lo que me requiera durante su período de adaptación al cargo. También la oficina en orden para que pueda iniciar su andadura sin temas pendientes y, desde luego, si lo desea, mis observaciones y mi personal visión de conjunto tras estos años.
JORGE TRIANA. Nuevo Presidente de Defensor Universitario de la ULPGC
“Escucharé e intentaré ser escuchado las veces que sean necesarias”
1. ¿Cómo afronta este nuevo cargo en el Defensor Universitario de la ULPGC?
Me planteé presentarme a este cargo porque pensaba que tenía la experiencia suficiente en el mundo universitario, tras 25 años de trabajo, participando en distintas comisiones y órganos universitarios. Y desde este punto de vista me veía capaz de afrontar este nuevo reto.
2. ¿Y cómo concibe usted este órgano?
Parto de la base de que creo que es un órgano que no toda la comunidad universitaria conoce, principalmente el alumnado, y por eso llegan casos al Defensor Universitario que quizás debían arreglarse previamente en otras instancias. Pero, en este sentido, mi labor se regirá por la normativa ya elaborada por los equipos que me han precedido, que debo decir que han montado un gran órgano en este sentido. Y mi equipo seguirá en esta línea, con el apoyo de los anteriores miembros y de la Conferencia Nacional de Defensores Universitarios.
3. ¿Entiende este órgano como el lugar del diálogo entre miembros de la Universidad?
Hay una frase que leí y que me gustó mucho: la persona que presida el Defensor Universitario debe escuchar y procurar que sea escuchado las veces que sean necesarias. Y creo que es una frase muy acertada, porque es el órgano al que llegan muchas consultas, quejas, situaciones de conflicto entre dos partes… En este caso, yo intentaré aplicar esta frase: escucharé e intentaré ser escuchado las veces que sean necesarias.
4. Los datos aportados por la anterior Presidenta del Defensor Universitario reflejan que se solucionan muchos problemas por esta vía de diálogo…
Pienso que si. Yo, en este caso, me considero, y me consideran los que me conocen, una persona muy asequible, independiente, y que sabe escuchar. Y esto creo que es muy importante para presidir el cargo y para solucionar posibles conflictos.