JAVIER GONZÁLEZ. Consultor de Transferencia de Tecnología

“La investigación realizada de forma conjunta entre la universidad y el sector privado es altamente positiva y rentable a medio y largo plazo”

El Vicerrectorado de Investigación, Desarrollo e Innovación de la ULPGC, a través de la oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación, organizó en el Parque Científico de Tafira unas charlas dirigidas a los grupos de investigación de la Universidad grancanaria, en su afán de acercar el conocimiento generado en la Universidad al mercado empresarial. El consultor experto en transferencia de tecnología, Javier González Sabater, fue uno de los ponentes invitados y su charla giró en torno al concepto ‘Investigadores Start-up’.

1. Usted acude a la ULPGC a un encuentro con sus investigadores a explicarles lo importante que es tener una ‘Actitud Start-Up’. ¿En qué consiste?

Yo denomino “investigadores start-up” a aquellos científicos y/o equipos de científicos que, desde la universidad, entienden los cambios de su entorno y adaptan su forma de trabajar a ellos, con mucha ilusión, buenas ideas y pocos recursos; al igual que hacen las jóvenes empresas innovadoras basadas en la tecnología y en el conocimiento, comúnmente conocidas como start-ups. Es una forma de definir la fantástica actitud que tienen algunos investigadores que, de forma intuitiva o planificada, son capaces de mantener una actividad investigadora estable a lo largo del tiempo combinando sus obligaciones universitarias con las exigencias del entorno productivo y social. De esta forma consiguen captar financiación privada y otros beneficios como aplicar en el mercado los resultados de su trabajo, lazos con la industria o satisfacción personal.

2. La situación tan crítica, económicamente hablando, que está atravesando España exige un cambio de mentalidad de nuestros investigadores, ¿no?. ¿Cuáles son, ahora, las premisas a la hora de enfocar la investigación?

Efectivamente. Los rápidos y profundos cambios que están ocurriendo, catalizados por la tecnología, están obligando a cambiar la forma en la que trabajamos. La manera actual de gestionar la universidad ya no sirve hoy para responder a las necesidades de la sociedad, y esto es algo que afecta, entre otros, a los investigadores. No me atrevería a hablar exclusivamente de enfocar la investigación, sino más bien de orientar cómo la universidad debe relacionarse hoy con la industria y el entorno socioeconómico. Entre otras cosas porque mi trabajo se centra en el área de transferencia de conocimiento. En mi opinión, los investigadores o grupos de investigadores que deseen crear un proyecto de vida científico a largo plazo, deben crearlo sobre la base del talento, la estrategia y la financiación. Lamentablemente hoy el sistema público no está a la altura de sostener la ciencia y por ello los investigadores deben ser conscientes de que en su aventura deben contar con socios privados, como por ejemplo las empresas.

3. El hecho de que la investigación siempre estuviera tan alejada de las necesidades empresariales o del entorno social en la que se desarrollaban era una queja muy extendida por los empresarios desde hace años. ¿Por qué, a su juicio, existían esos dos caminos paralelos?

En esta afirmación hay parte de razón. Por un lado la investigación y la innovación empresarial están íntimamente relacionadas mediante la tecnología y el conocimiento, pero por otro es bueno que sigan caminos independientes. Si ambas son maduras se buscarán cuando sea necesario. Lo que ocurre es que quizás hay un desequilibrio en España porque la universidad dispone de un ingente repositorio de conocimiento en forma de resultados de investigación y capacidad de innovación, pero la empresa no tiene una cultura generalizada de innovación tecnológica.

4. ¿Cree que en las universidades se potencia la formación y la investigación enfocada a las demandas empresariales?

Creo que esta es una pregunta trampa puesto que esto nos hace preguntarnos acerca del papel que debe jugar la universidad. Yo soy un clásico y creo que al final llegaríamos a un consenso de que debe ser un papel doble: tener independencia para formar y crear conocimiento a su propio criterio, y por otro servir a las necesidades de la sociedad. Combinar las dos funciones es un fino equilibrio muy difícil de hacer realidad.

5. También esta coyuntura económica favorece que se potencie más el espíritu del emprendedor, algo que ya algunas universidades como la ULPGC han comenzado a impulsar desde hace varios años. La investigación tutelada por las Universidades ayuda a esto, ¿no?

Efectivamente, las actividades de investigación realizadas de forma conjunta entre la universidad y el sector privado, en este caso bajo la forma del emprendimiento, son altamente positivas y rentables a medio y largo plazo. Es uno de los caminos que pienso que debe seguir la universidad.

6. ¿Cómo valora el sentido que se le ha dado a la investigación en las universidades españolas frente a la experiencia de otras como las americanas, por ejemplo?

Sinceramente pienso que los profesionales de las oficinas de transferencia e intermediación en España son de primer nivel y no tienen nada que envidiar a cualquiera de sus homólogos en universidades estadounidenses. Lo que quizás nos diferencia es que aquí la cultura de negocio basado en el conocimiento por parte del sector privado, así como el emprendimiento tecnológico es mucho menor que allí. Y esto hace que sea mucho más difícil, por un lado ir del laboratorio al mercado, y por otro, generar unos resultados de investigación apreciados por el mercado, en un sentido de retorno económico a corto plazo.

7. Por último, un ‘consejo de consultor’ a esos jóvenes que ahora comienzan a introducirse en el mundo de la investigación a través de los doctorados…

Que se olviden por un momento de que hay una crisis económica durísima en este país y que piensen a largo plazo y globalmente, que crean en sí mismos y que persigan activamente el sueño de desarrollar su carrera profesional sobre la excelencia, la colaboración, el compromiso y la honestidad.