AMALIA BOSCH. Ganadora de los Cuentos Solidarios de la ULPGC.

“Sería ideal que un tanto por ciento de los méritos de un curriculum lo conformaran horas de dedicación a actividades solidarias”

El Servicio de Publicaciones de la ULPGC lanza la II Edición de la iniciativa Cuentos Solidarios, en colaboración con la Fundación Mapfre Guanarteme. El objetivo es fomentar la escritura entre el colectivo universitario y, de paso, concienciar en temas sociales, ya que los beneficios íntegros del cuento ganador irán destinados a una ONG. En esta edición, la profesora de la ULPGC, Amalia Bosch, fue la ganadora con su cuento La Letra Doblada.

1. ¿Cómo surge su interés por presentarse a esta iniciativa de la ULPGC: Los Cuentos Solidarios?. ¿Había escrito algún libro o cuento anteriormente?

Siempre me ha gustado leer, pero nunca había escrito nada propio más allá de los habituales artículos de investigación. Pensé que era la oportunidad de ponerme a prueba, sobre todo por el carácter solidario del concurso y me lancé.

2. Como profesora y miembro académico de la ULPGC, ¿qué opinión le merece que una institución universitaria dedique sus esfuerzos a este tipo de actuaciones?

El colectivo universitario no debe aislarse en su torre de marfil y contemplar a lo lejos el mundo real que sufre, como si no tuviera nada que ver con nosotros. Somos capaces de proponer alternativas y de iniciar corrientes de pensamiento que con el tiempo se conviertan en referentes para una sociedad en movimiento.

3. ¿Qué nos cuenta La letra Doblada y para qué edades está concebido el cuento?

La letra doblada cuenta muchas cosas acerca del leer y de la creación literaria, acerca de la responsabilidad hacia las cosas que nos rodean y del mundo de la imaginación. Está concebido para niños entre 8 y 12 años.

4. A qué ONG ha elegido para dedicar todos los beneficios de este libro. ¿Y por qué?

Un artículo que leí en El País me conmovió enormemente: el síndrome del cabeceo. Una rara forma de epilepsia que ocasiona un cabeceo y hace que los afectados caigan al fuego en medio de las convulsiones o se pierdan en el bosque. Nadie los rescata porque creen que están embrujados y sufren terribles quemaduras y secuelas síquicas. La Clínica Mahenge en Tanzania es la única que se encarga de su tratamiento y los acoge, porque ya no pueden regresar a sus aldeas. La Fundación Savoy en Canadá canaliza la ayuda económica.

5. ¿Considera que la comunidad universitaria muestra signos evidentes de valorar la Solidaridad como un valor esencial? ¿Qué más habría que hacer para incentivarla?

Considero esencial conectar al ser humano con otros seres humanos y fomentar la tolerancia, la convivencia y la solidaridad. Un certamen de estas características es una vía correcta, y sería ideal que un tanto por ciento de los méritos o créditos de un curriculum lo conformaran horas de dedicación a actividades solidarias, ya sea atención médica o ayudar a hacer los deberes a los niños con problemas de aprendizaje o colaborar con centros de acogida de menores o de mujeres maltratadas. Hay un sinfín de cosas que se pueden hacer, pero desgraciadamente la gente se suele mover sólo por interés profesional y académico, por eso sería bueno incorporarlo como un deber más o un mérito, que compute, como sucede en Estados Unidos. Creo que la sociedad a la larga se beneficiaría de este proceder y la ética ocuparía el lugar en política que le corresponde.