CHRISTIAN FELBER. Fundador de la Economía del Bien Común

Entrevistamos a

29 Mayo 2013

CHRISTIAN FELBER. Fundador de la Economía del Bien Común

carnet3christianfelber_portada.jpg“Es importante investigar modelos alternativos de economía para integrarlos en la enseñanza”

 

“Es importante investigar modelos alternativos de economía para integrarlos en la enseñanza”

 

La ULPGC acogió las Jornadas del Bien Común, con la participación de su fundador, el profesor austriaco de Economía, Christian Felber, que ofreció una charla titulada ‘Enseñando un modelo económico con futuro’.

 

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1. ¿Cómo surge este nuevo modelo de Economía?

La Economía del Bien Común nació tan solo hace dos años y medio y desde esa fecha se están adhiriendo a diario muchas empresas, personas responsables, universidades y otras instituciones de enseñanza, municipios, hasta regiones enteras… Y surge tras detectar una necesidad muy profunda de poner en coherencia algo que no estaba en equilibrio. Éste es el mérito mas valioso de este movimiento, que dice cuál debe ser el objetivo de la actividad económica y cuáles deberían ser los medios para conseguir estos fines y para cumplir con sus valores.

 

2. ¿Y cuál debe ser el objetivo y el fin de la Economía?

La Economía del Bien Común no propone nada nuevo, sino avisa de cuáles son nuestros valores y cuáles son los objetivos que ya compartimos pero que no vivimos en esta economía capitalista globalizada, porque los indicadores de medición de éxito que utilizan las empresas y nuestros mercados son otros distintos.

Sólo proponemos aclarar algunas contradicciones. La primera: lo que dicen las constituciones de los países democráticos acerca de los objetivos de la actividad económica: que el objetivo de la actividad económica es el bien común, y que el dinero, el beneficio empresarial, son los medios de esta actividad económica. Esto tiene un consenso absoluto desde los inicios del pensamiento occidental y lo único que estamos haciendo es recordarlo. Y darnos cuenta de la contradicción del comportamiento real de algunas partes de los mercados, de las más dominantes y más poderosas, y de los que se está enseñando en los colegios comerciales, donde se está aprendiendo que el beneficio y el capital es lo más importante en la empresa.

La segunda contradicción es una contradicción de valores y ética entre los mercados capitalistas globalizados, protagonizada por los actores económicos, y aquellos valores que permiten florecer las relaciones humanas e ideológicas. La causa reside en el actual orden económico legal ahora vigente, en cuyo núcleo se encuentran dos reglas principales de juego: el afán de lucro y la competencia. Esto provoca que los comportamientos en los mercados sean otros distintos a los que aspiramos en nuestras relaciones humanas.

 

3. ¿Y qué se propone, en este sentido, desde este movimiento que usted ha fundado?

Proponemos cambiar estas reglas de juego por la contribución al bien común e incentivar la recompensa de la cooperación y la solidaridad, que son valores constitucionales. Así se favorecería que las empresas, cuanto más cumplan con estos valores constitucionales, más éxito tendrán. Creo que, en la actualidad, el canibalismo se está recompensando en las empresas. Es decir, cuando unas empresas se destrozan entre sí y ponen en peligro las relaciones humanas y sociales están teniendo éxito y para nosotros esto es un grave error.

Para ello hace falta poner en valor una tercera contradicción, que reside en la noción del éxito empresarial y económico. Hoy medimos el éxito de una empresa a través de su beneficio financiero, a través de su balance económico, y el éxito de una economía nacional a través del PIB. Y los dos indicadores son monetarios, pero el dinero, como comentamos antes, no es el objetivo de una actividad económica. Y en este sentido, habría que buscar un elemento de medición que midiera la consecución de los objetivos, que en este caso es el bien común, y no medir los medios, que, en este caso, es el dinero. Y si el objetivo es el bien común, proponemos que en los municipios los ciudadanos se reúnan y pongan en común los 20 factores que ellos decidieran que les dan calidad de vida, y a través de estos indicadores se podría hacer un balance del bien común.

 

4. ¿Cuántas empresas e instituciones se han adherido a este nuevo modelo económico?

Después de dos años y medio ya son más 1.200 empresas en 15 países que se han adherido a este proceso y una de cada 3 empresas ya está implementando el denominado Balance del Bien Común. De hecho, en Gran Canaria y Tenerife ya hay empresas que hacen este balance, que lo que mide, principalmente qué de auténtico tiene una empresa, sus valores fundamentales: la dignidad, la solidaridad, la sostenibilidad, la justicia social y la democracia. Y lo que se pretende es poner en valor estos valores en el mercado, para que el mismo mercado penalice a aquellas empresas que no cuidan estos valores, y así las empresas más responsables y éticas permanecerían en el mercado, y las no éticas saldrían. Y finalmente, así, estarían en sintonía, por fin, las denominadas leyes de los mercados, que son decisiones políticas, con los valores de la sociedad. Estamos intentando hacer visible lo obvio.

 

5. ¿Y cuál ha sido y está siendo la aportación de las universidades a la Economía del Bien Común?

En términos generales, hay cinco aportaciones que nos parecen fundamentales que emanen de las Universidades: investigar modelos alternativos de economía; integrarlos en la enseñanza; la aplicación del Balance del Bien Común en las propias universidades; favorecer la difusión pública de este modelo económico; y la cooperación a través de redes universitarias a nivel mundial.

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