EIKE RATHKE. Experto de LibreOffice

“El software libre es muy valioso, porque permite tener independencia tecnológica”

La Escuela de Ingeniería Informática de la ULPGC acogió recientemente el Taller Internacional ‘LibreOffice Hackfest 2014’, un encuentro de desarrolladores, traductores y testers que anualmente se reúnen para valorar los patrones a desarrollar en la suite informática de software libre, Open Office. Uno de sus líderes internacionales, Eike Rathke, estuvo presente en este encuentro, e impartió una charla a los estudiantes de la ULPGC sobre las ventajas del software libre.

1. ¿En qué consisten estos talleres que organizan anualmente desde la Fundación LibreOffice?

La Fundación LibreOffice la componen programadores repartidos por todo el mundo, que trabajan desde sus casos o de sus empresas. Por eso tenemos un congreso anual, y también organizamos reuniones más concretas, enfocadas a determinados aspectos relacionados con nuestra suite informática. Normalmente nos reunimos en Europa, porque gran parte de nuestra comunidad reside en distintos países europeos y por eso hemos decidido que uno de estos encuentros sea en Gran Canaria, en colaboración con la ULPGC.

2. ¿Por qué se decide que sea Gran Canaria, en esta ocasión?

Porque nos enteramos que en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y en el Gobierno de Canarias se está desplegando el LibreOffice y canales abiertos para guardar los documentos. Así que nos pareció interesante venir y contactar, además, con las instituciones públicas. Y la Escuela de Ingeniería Informática de la ULPGC, a través de su decano, nos ha abierto las puertas de su casa para mantener estas reuniones y desarrollar nuestros talleres.

3. ¿Cuál es la filosofía del software libre y cuáles son sus principales ventajas frente a otros softwares?

La filosofía del software libre reside en que la ‘receta’ con la que se construye un programa se pueda compartir y se pueda utilizar, así como distribuir, libremente. La mayoría de los productos ‘privativos’, o comerciales, tienen escondido el código fuente, por lo que son esas empresas que lo comercializan los únicos que pueden modificar las característica del programa. Sin embargo, en el modelo de software libre esa posibilidad está abierta a cualquier individuo u organización. Y eso para la administración pública es especialmente valioso porque permite tener una independencia tecnológica, ya que no tienen que depender de un solo proveedor, que suele utilizar esa ventaja competitiva para mantener su cartera de clientes o para subir los precios en un momento dado. De esa idea hay un germen que es la comunidad del software libre, y surgen muchos proyectos como el LibreOffice.

4. Sin embargo, ¿por qué en el sector empresarial existe poco uso de estos softwares libres?

Hay ciertos retos que aún están por conseguir en el software libre. El software libre, al ser de naturaleza distribuida, es decir, que funciona con empresas, universidades, investigadores, que contribuyen de manera voluntaria, no tiene una sola fuerza detrás de los proyectos, con un marketing que te diga a quién contratar o contactar. Por eso, la ventaja del software privativo, en la actualidad, es que tienes el contacto de un proveedor, para que te de soluciones, pero con un precio muy alto, no sólo económico, sino de independencia tecnológica.

5. ¿Qué le parece que Universidades como la ULPGC cuenten con una Oficina de Software Libre?

Es muy importante que existan estas oficinas, porque en el contexto universitario, el acceso a este código fuente de productos que se están utilizando a gran escala en la vida real permite a estudiantes, a profesores e investigadores acercarse a cómo funcionan proyectos que, tradicionalmente, hasta que no llegabas al mundo de la empresa, no podían acceder.

6. ¿Entonces considera a las Universidades son un eslabón importante en la difusión del software libre?

Por supuesto. Cualquier oportunidad que tiene The Document Fundation, que está detrás del proyecto LibreOffice, de estar en contacto con instituciones universitarias, la aprovechamos. Porque la mayoría de nuestros voluntarios provienen de las instituciones universitarias.