Entrevistamos a
JUAN JULIÁ. Conferenciante del Acto de Investidura de Doctores
“Los rankings universitarios testimonian que en España tenemos una muy buena universidad”
“Los rankings universitarios testimonian que en España tenemos una muy buena universidad”
El Presidente de la Fundación Ciudad Politécnica de la Innovación pronunció la conferencia del Acto de Investidura de Nuevos Doctores de la ULPGC, bajo el título ‘La Universidad española ante la economía del conocimiento’, en donde este catedrático de Economía Agraria y ex Rector de la Universitat Politécnica de Valencia defendió el gran nivel de la investigación desarrollada en las universidades españolas en los rankings internacionales.
1. Con su conferencia hace mención al gran papel que juegan las universidades españolas en la sociedad y en su economía, en estos momentos históricos que vive el país…
Con mi conferencia he querido significar que la Universidad española es un elemento necesario en el recorrer que tiene la sociedad española hacia la denominada economía del conocimiento, ya que es donde reside la creación del conocimiento y la transferencia del mismo. Y los rankings universitarios, contrariamente a lo que algunos han opinado, lo que testimonian es que tenemos una muy buena universidad. Y yo diría más: tenemos la mejor universidad que España ha tenido en su historia. Y esto lo digo porque los rankings universitarios miden producción científica y notoriedad de la universidad. Y en el Top 1.000 publicado por el CWUR (el Centro de la Universidad de Ranking Mundial), que coincide con los tres rankings de mayor reconocimiento mundial, aparecen 40 de las 50 universidades públicas españolas. Por tanto, el 80% de nuestro sistema universitario público se encuentra en el rango de este 5% de las mejores universidades del mundo. Y si hablamos por ramas de conocimiento y disciplinas, también contamos con 21 universidades españolas entre las mejores del mundo, y siete de ellas están entre las 100 mejores universidades por rama de conocimiento. Y esto tiene un gran valor, más si tenemos en cuenta el entorno científico-tecnológico de nuestro país, donde el presupuesto de una universidad que está en el Top 500, por estudiante, es de 12.000 dólares al año, frente a los 53.000 dólares por alumno en una universidad americana, por ejemplo.
2. Y con todo ello, ¿cuáles son los cambios que se requieren en la actualidad en el sistema universitario español?
Todos los expertos coinciden en que los cambios que deben llevarse a cabo son fundamentalmente tres: por un lado, dotar a las universidades de más recursos para garantizar su suficiencia financiera, a través, por ejemplo, de planes plurianuales. Por otro lado, hay que captar y retener talento, y para ello se hace necesario esa capacidad financiera y procedimientos más flexibles y ágiles; y, por último, las universidades deben tener una mayor autonomía en la rendición de sus cuentas. ¿Y vamos en esta dirección?. Pues claramente vemos que en la actualidad hay un gran recorte financiero en todas las universidades españolas, de un 20% aproximadamente; no podemos retener talento porque las plazas del personal docente e investigador están congeladas. Y con respecto a la autonomía, hay un informe de la Unión Europea que destaca que España es el país con menos autonomía real de las universidades. Y tenemos que llevar a cabo estos cambios. Por parte de la Universidad, tenemos que entender que hay que hacerlos, y mostrar a la sociedad el trabajo que se ha hecho, para generar ese reconocimiento. En este sentido, la ULPGC está siendo un buen ejemplo de ellos, porque es una de las universidades más transparente, que muestra abiertamente sus presupuestos de forma pública.
3. ¿Qué opina de los que dicen que sobran Universidades en España?
Es la muestra de una profunda ignorancia. En EE.UU existe una universidad pública por cada 91.000 habitantes; en el Reino Unido, una universidad por cada 250.000 habitantes; y en España contamos con una universidad pública por cada 500.000. Y en Canarias concretamente, existen dos universidades públicas y una privada para casi dos millones de habitantes… No sobran universidades. Lo que sí hay es un desajuste en los perfiles de la oferta y la demanda de estudios. Y eso ya lo están haciendo muchas universidades, como ésta, la ULPGC. Mientras que en 2008 en España el 18% de los títulos que ofertábamos desgraciadamente no tenían ni 20 alumnos de ingreso, hoy las universidades están reaccionando, y con la nueva oferta curricular de Bolonia, sólo un 7,5% de la oferta que tenemos de títulos tiene menos de 20 alumnos. Pero debo decir que muchos de estos títulos se ofertan dentro de un centro en el que se imparten otros, con lo que se consigue que una misma asignatura se comparta entre varios títulos y por tanto, la ratio de alumnos sea algo mayor.
4. Y con respecto a la transferencia del conocimiento, ¿cree que las universidades españolas pueden presumir de un gran nivel como en el de producción científica?
Debo decir que hoy en día el indicador más desfavorable de la Universidad en España es la transferencia del conocimiento. El 55% de nuestro Producto Interior Bruto está basado en actividades del conocimiento, frente al más del 70% en EE.UU. Porque también en EE.UU su tejido productivo hace un uso intensivo del conocimiento. En España, sin embargo no es así. Somos grandes productores científicos a nivel mundial pero, a pesar de ello, apenas contamos con un 1% de las patentes mundiales. No hemos valorizado la transferencia. Por tanto es necesario mejorar la relación Universidad-Empresa, pero también redimensionar esta relación con nuestro tejido productivo, que está basado principalmente en microempresas. Debemos crear estructuras compartidas de microempresas que se relacionen con las universidades y centros de investigación. Ya tenemos ejemplos de países que lo han hecho. Y por otro lado, en el seno de la Universidad, tenemos que reconocer al profesor que incentiva esta transferencia de conocimiento, no sólo a aquel que publica más artículos científicos. Con ello quiero decir que en la ‘hoja de ruta’ de un profesor se debe evaluar no sólo el número de sus publicaciones, sino la capacidad que ha tenido de transferir ese conocimiento.