OSMAN HAMED. Relaciones Institucionales de Amnistía Internacional

“Los docentes deben ser el motor del espíritu crítico con la injusticia y desigualdad”

La Unidad de Igualdad de la ULPGC organizó un taller sobre Derechos Humanos y Género, dedicado a la formación de los docentes de la institución universitaria. En él se dieron cita responsables de Aministía Internacional, que acercarcaron a la Universidad las propuestas educativas que en esta materia desarrolla esta ONG.

1. ¿Cuáles han sido los objetivos de la charla que ha impartido a los docentes de la ULPGC, enmarcada en el Taller de Derechos Humanos y Género?

Desde Aministía Internacional nos hemos centrado, en estas charlas, en los derechos económicos, sociales y culturales, los DESC. Estos derechos hablan de cuestiones tan básicas para la dignidad humana como la alimentación, la salud, la vivienda, el trabajo, la educación y el agua. Todos los derechos humanos son indivisibles e interdependientes. Las violaciones de los DESC a menudo están relacionadas con violaciones de los derechos civiles y políticos en forma de negaciones reiteradas. Del mismo modo que para el pleno disfrute del derecho a la libertad de expresión es necesario concertar esfuerzos en favor del derecho a la educación, para el disfrute del derecho a la vida es preciso tomar medidas encaminadas a la reducción de la mortalidad infantil, las epidemias y la malnutrición.

2. Entiendo que en países en vías de desarrollo esta relación entre derechos humanos e igualdad todavía no está resuelta... Pero en países como el nuestro, que se supone que estamos entre los desarrollados, ¿también queda mucho por hacer?

Amnistía Internacional ha documentado agresiones a los Derechos Humanos en más de 160 países del mundo en el año 2014. Con esta cifra es casi imposible afirmar que haya algún sitio en el mundo donde los Derechos Humanos gocen de una protección plena y absoluta. También es cierto que, a menudo, los territorios más económicamente empobrecidos muestran las bolsas de violaciones de Derechos Humanos más graves. Esto tiene una explicación y es que la pobreza es una violación de derechos a gran escala. Las personas que sufren la pobreza están atrapadas en un círculo de exclusión, violencia, inseguridad y falta de voz. Se enfrentan diariamente a amenazas contra su seguridad y la de su familia, y están sobreexpuestas a la violencia estatal y a la de los grupos armados. Probablemente su hogar, sus pertenencias y su medio de vida, no están protegidos por la ley. No pueden acceder a una protección social mínima en caso de enfermedad, o de pérdida de su medio de vida. Las mujeres y las niñas están especialmente expuestas a la violencia y sufren un doble rechazo: tanto la familia como la sociedad las excluyen de los procesos de toma de decisiones y les niegan cualquier poder. Con demasiada frecuencia, los tribunales, la policía, los organismos asistenciales, los servicios urbanos y el sistema educativo tratan a quienes viven en la pobreza con desprecio o indiferencia. Sus opiniones no se tienen en cuenta. Se reprimen sus esfuerzos por organizarse y no se les permite informarse de las cuestiones vitales para sus comunidades. Ya sea porque se les silencia deliberadamente o porque la indiferencia les hace enmudecer, el resultado es que no tienen voz. Las vulneraciones a los derechos humanos causan y perpetúan la pobreza. Y la pobreza conduce directamente a esos abusos.

3. ¿Cómo valora que una institución como la Universidad organice talleres entre sus docentes sobre estos aspectos?

Las universidades e instituciones de enseñanza son el lugar perfecto para la concienciación, pues en su misión y valores está la creación del pensamiento crítico. La sociedad en su conjunto tiene una responsabilidad para con las personas que ven conculcados sus Derechos Humanos. Amnistía Internacional se siente profundamente agradecida de que la ULPGC tenga programas concretos de concienciación (Ágora de los DDHH, Semana de la Pobreza, etc.) y sensibilización de las realidades de quienes viven en continua violación de sus Derechos Humanos. No olvidemos que, como dice el lema de mi organización, el mundo puede cambiar pero no va a cambiar solo: necesita del esfuerzo y el empeño personal de cada uno de nosotros y nosotras.

4. ¿Cuáles son, a su juicio, los métodos o herramientas de concienciación que para ustedes son necesarios en el ámbito de la igualdad en la Universidad?

En este sentido la ULPGC cuenta con un área que emprende programas dedicados a la comunidad universitaria, sin perjuicio de que la sociedad en general participe de los mismos, en materia de igualdad y lucha contra las desigualdades que por el género se dan en todas las sociedades, desarrolladas o no. Los docentes deben ser el motor de la creación del espíritu y pensamiento críticos. Críticos con la injusticia, con la desigualdad, con la pobreza, con la exclusión… No olvidemos que los Derechos Humanos tienen una vocación netamente social en tanto que la violación de mis derechos es una afrenta a toda la humanidad en su totalidad. Sin sociedad no hay Derechos Humanos, pero cuando la sociedad, sus individuos, miran para otro lado nos convertimos en cómplices de tales violaciones.