Entrevistamos a
CHELO ÁLVAREZ-STEHLE. Periodista y cineasta
“Tenemos que romper el silencio para eliminar la violencia sexual”
“Tenemos que romper el silencio para eliminar la violencia sexual”
La Unidad de Igualdad de la ULPGC, en colaboración con el Vicerrectorado de cultura y Sociedad, organizaron en el Edificio de Humanidades un video fórum en torno al documental ‘Arenas de Silencio’ (Sands of Silence), en el que participó su directora, la periodista Chelo Álvarez-Stehle, una activista que ha dedicado más de 20 años su profesión a exponer el submundo de la explotación sexual y la trata de mujeres en Asia y América. La película ha recibido numerosos galardones internacionales en el 2016.
1. ¿Cómo surge el documental ‘Arenas de Silencio’ (Sands of Silence)?
Ha sido un viaje que empecé hace 20 años, a nivel personal. Pero inicié este documental hace ocho, y cuando comencé a plantearlo, el mismo documental empezó a ‘exigirme’ que yo también me comprometiera. Porque mi labor como periodista y cineasta siempre ha estado muy ligada al activismo. Y siempre he pensado que había que romper el silencio sobre todo tipo de explotación sexual porque es el primer paso para erradicarla. Y, en ese sentido, tras animar varias personas a participar en este documental contando su historia, me di cuenta que también en mi vida había silencios y no tuve más remedio que empezar a explorarlos. Mi compromiso como “periodista humanista” hizo que yo también volcase la cámara hacia mi pasado, hacia mi interior, buscando las raíces de mi pasión por este tema. Y así empecé a descubrir cosas que le habían ocurrido a mi hermana y pensé que era la raíz de mi obsesión sobre este tema. Hablé con ella y recogí con mi cámara ese asunto de abuso que había ocurrido en mi familia, y las dinámicas intrafamiliares que se sucedieron en torno a este tema. Por tanto, esta película son dos viajes paralelos: un viaje externo de la periodista que recoge historias de violencia sexual en el mundo (Nepal, México, etc) y el viaje interior de una familia, la mía, en torno al abuso sexual que sufrió mi hermana.
2. Es un documental tan duro como real..
Sí, es duro pero también da mucha esperanza, porque cuando la gente habla, la herida se abre y duele, pero después te sana. Es una película que inspira a hablar, porque cuando se rompe el miedo a hablar también es una terapia de ayuda hacia la propia persona.
3. ¿Con este documental también pretende dar luz a un problema mundial, a sensibilizar a la sociedad?
Esa es la premisa de la película. Tenemos que romper el silencio para eliminar la violencia sexual, pero además, al romper tu propio silencio, ayudas a empoderar a otras mujeres y hombres, a no tener miedo a abrir heridas del pasado. Tenemos que crear espacios para que nuestros hijos, nuestros amigos, familia, puedan compartir sus vivencias y así reflejar el gran número de abusos sexuales que aún se suceden en el mundo, pero de los que aún existe mucho silencio.
4. La universidad, los centros docentes, como es el caso de este video fórum que organiza la ULPGC, ¿es uno de esos espacios de encuentro para sensibilizar?
Efectivamente. Este documental también lo hemos proyectado en centros de Primaria y ha sido impresionante la reacción de muchos niños de 14 a 18 años, que han hablado y han comentado experiencias que han sucedió en sus familias. Los jóvenes se sienten muy motivados y empoderados tras ver este documental.
5. ¿Cuál podría ser el papel que deben jugar los centros docentes o universidades en este tema?
Yo creo que es clave. En Estados Unidos, estos abusos sexuales son una lacra en muchas universidades, porque se dan en lo que ellos denominan las fraternidades, relacionados con novatadas. Y lo que es más duro: existe una presión horrible por guardar el silencio sobre estos temas en las propias instituciones.
6. Con Unidades de Igualdad como la que se ha creado en la ULPGC podemos visibilizar estos problemas, que muchas veces son el caso extremo de muchas cuestiones de desigualdad de género…
La raíz está en la cultura del machismo. El problema de fondo es que la violencia de género nace en una cultura en la que normalizamos esta violencia. Me enteré que por ley, en España, todas las universidades debe haber una Unidad de Igualdad, algo que no existe en Estados Unidos donde yo vivo. Y a mí me sorprendió. Estoy gratamente sorprendida al ver que en España existe una estructura de apoyo a la mujer que es fantástica. Seguro que no es suficiente, pero la estructura está. Aún así, sigue habiendo tal cultura de silencio, que por mucho que tengas una estructura de igualdad, estas estructuras no dan respuesta a algo que no saben. Y pretendo que este documental ayude a romper ese silencio para que los jóvenes, los estudiantes, puedan acudir a estas unidades y utilizar sus recursos.