COLIN CRICK. Investigador de Universidad de Liverpool

“El Campus de Excelencia Tricontinental nos ofrece la oportunidad de desarrollar relaciones académicas internacionales”

El profesor Colin Crick es experto en fabricación, caracterización y utilización de nanodispositivos que actúan como biosensores, o para conseguir la detección y caracterización de moléculas. Fruto del trabajo conjunto con el Instituto Universitario de Sistemas Inteligentes y Aplicaciones Numéricas en Ingeniería de la ULPGC, la prestigiosa revista científica ACS Photonics ha publicado su último trabajo, enmarcado en el campo de la química y nanofotónica. Recientemente impartió un seminario en el Parque Científico de la ULPGC, donde puso de relieve los resultados de sus investigaciones.

1. ¿Cómo surge su relación con el Instituto SIANI de la ULPGC para llevar a cabo la investigación que ha desarrollado?

La colaboración que hemos mantenido estos tres meses en la ULPGC es fruto de la relación que establecí hace años con el profesor e investigador de la ULPGC Pablo Albella, cuando ambos éramos becarios de investigación postdoctoral en el Imperial College de Londres, en los departamentos de Química y Física, respectivamente. Fue durante este tiempo que pudimos discutir intereses de investigación mutua, desarrollando un futuro plan de investigación. Ahora que hemos comenzado nuestras carreras de investigación independientes, hemos sido capaces de formular áreas de investigación conjuntas, y por eso mi presencia en la ULPGC, gracias al Campus de Excelencia Tricontinental.

2. Sus trabajos de investigación se centran en la fabricación y caracterización de nanodispositivos. ¿Nos puede explicar cuáles son las funciones de éstos y cuáles son sus utilidades?

El desarrollo de nanodispositivos es un área de investigación científica dirigida a examinar entidades extremadamente pequeñas, incluyendo la detección de moléculas individuales. Esta tecnología requiere que los componentes de estos dispositivos se diseñen a escalas de longitud comparables, esto es, lo suficientemente pequeños como para ser invisibles a simple vista, y mucho más pequeños que el ancho de un cabello humano (es decir, a escala nanométrica). Los nanoporos, dentro de estos dispositivos, pueden detectar moléculas individuales de ADN a medida que viajan a través de estos agujeros extremadamente pequeños. Este proceso permite la identificación de propiedades claves, incluyendo el tamaño y la forma de las entidades que viajan a través de ellos, además de otras propiedades químicas. Estos dispositivos tienen un sinfín de aplicaciones potenciales, con una gran área centrada en el análisis de ADN. La tecnología requiere sólo de una sola molécula para que podamos realizar detecciones. Esta alta sensibilidad de análisis se está aplicando actualmente a la codificación genética, además de en la identificación y control de enfermedades infecciosas. El desarrollo de esta tecnología, al igual que la investigación realizada por mí y el Doctor Albella, tienen como objetivo mejorar y ampliar la función, la eficiencia y la aplicación de nanoporos.

3. ¿Cómo valora su estancia en la ULPGC, concretamente en el SIANI, y qué le ha aportado este instituto en sus trabajos?

La estancia en la ULPGC, y concretamente en el SIANI, ha sido fantástica. Me he sentido muy apoyado durante la duración de mi investigación aquí. El instituto SIANI tiene una amplia gama de conocimientos especializados, lo que ha facilitado una colaboración muy productiva.

4. ¿Cree que es importante la colaboración internacional de expertos universitarios en el campo de la nanotecnología para impulsar el avance científico en otros ámbitos como la química, la medicina, electrónica…? En este sentido, ¿cómo valora los objetivos que se enmarcan en el Campus de Excelencia Tricontinental en el que participa la ULPGC?

La colaboración internacional es clave para lograr las más altas aspiraciones dentro de estos campos tecnológicos, y es muy importante seguir manteniendo estas relaciones. El Campus de Excelencia Tricontinental ofrece la oportunidad de desarrollar relaciones académicas internacionales, ofreciendo un espacio importante para avanzar en la investigación, así como incrementar el impacto de todo lo investigado.