Entrevistamos a
MANUEL PÉREZ
Tiene 26 años y es graduado por la ULPGC en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática. La Cátedra Telefónica de la ULPGC le ha otorgado recientemente el premio a la Mejor Invención de Estudiantes ULPGC, por la patente de un proyecto de investigación tutorizado por los profesores Blas Galván, Ricardo Aguasca y María Candelaria Hernández. Se trata de un ‘Sistema de control redundante multifrecuencia para vehículos no tripulados’. En la actualidad, Manuel Pérez compagina dos trabajos en Sevilla: uno en el Grupo de Investigación de Robótica, Control y Visión de la Universidad; y el otro en una empresa privada, programando dispositivos electrónicos para vehículos eléctricos.
1. Enhorabuena por su Premio a la Mejor Invención de Estudiantes de la Cátedra Telefónica. ¿Estos reconocimientos y estas simbólicas dotaciones económicas ‘ayudan’ y compensan el esfuerzo de desarrollar una patente en el seno de la Universidad?
Aunque la ayuda sea simbólica, creo que uno de los mayores premios que el autor de un trabajo puede recibir, porque es el reconocimiento de su esfuerzo, es un claro mensaje que te dice que lo estas haciendo bien y vas por el camino correcto. Esto anima, y mucho, a seguir desarrollando tu labor.
2. Para los que somos más de letras… ¿nos sabría explicar en qué consiste su patente y qué aplicaciones prácticas tendría?
Normalmente los drones llevan un solo receptor de señal para las ordenes del piloto. Cuando esta señal se pierde, lo hace también el control sobre este. Esto hace que, en función del dron, caiga al suelo, siga una trayectoria no controlada o vuelva a casa, poniendo fin a la misión que estaba desempeñando. El dispositivo desarrollado permite equiparlo con varios receptores, para aumentar la fiabilidad del enlace de radio, de forma que si perdemos la señal con uno de ellos, sigamos teniendo uno o varios de reserva y continuar la misión.
3. ¿Considera que la Universidad debe ser el centro de investigación para muchas empresas que necesitan modernizarse o buscar nuevos nichos de negocio, por ejemplo, desarrollando aplicaciones o patentes como la suya?
Las universidades son la casa del conocimiento y, además, la fábrica de talentos, combinación perfecta que se debe aprovechar, entre otras cosas, para hacer ciencia.
4. ¿Y lo es en la actualidad? ¿En qué podría mejorarse esta situación?
Lo es, de hecho, este trabajo no se hubiese hecho realidad sin la ULPGC y la Fundación Parque Científico Tecnológico, pero nos queda mucho por hacer y recuperar. La crisis ha supuesto un duro golpe económico para la investigación y el desarrollo del que aún no nos hemos recuperado del todo.
5. ¿Qué oportunidades le ofrece a usted su patente?, ¿qué supone para usted y para la institución universitaria el desarrollo de una patente?
Para los desarrolladores supone un empujón a su curriculum profesional e investigador. Una universidad que desarrolla proyectos, invierte en ciencia y se preocupa por la investigación, da imagen de calidad y prestigio, lo cual incita a que las empresas quieran trabajar conjuntamente, algo muy beneficioso para ambos.