Pilar Aramburuzabala

Pilar Aramburuzabala en el Campus de Tafira

Entrevistamos a

17 Jun 2019

Pilar Aramburuzabala

“El Aprendizaje-Servicio quiere contribuir a formar ciudadanos ‘competentes’, capaces de transformar la sociedad”

Esta profesora e investigadora universitaria es la Presidenta de la Asociación Red Aprendizaje-Servicio Universitario, y ha visitado recientemente la ULPGC para asistir e impartir unas charlas sobre los nuevos métodos de innovación docente en las aulas y fuera de ellas. En eso precisamente consiste el Aprendizaje-Servicio.

Entrevista:
Elisa Wyttenbach
Fotografía:
Iván del Cristo

1. ¿Qué es el Aprendizaje-Servicio?

El Aprendizaje-Servicio es una metodología experiencial. Quiere decir que los estudiantes van a aprender, haciendo y usando el conocimiento. Consiste en combinar objetivos de servicio a la comunidad con objetivos curriculares, de aprendizaje. Es to es, los estudiantes aprenden mientras ofrecen un servicio a la comunidad. Se trata de contribuir a formar ciudadanos ‘competentes’ (con competencias profesionales) capaces de transformar la sociedad. Es una metodología que se trabaja en todos los niveles educativos, pero también se trabaja fuera de la educación formal. Allí donde hay objetivos educativos, puede utilizarse esta metodología. La utilizan los scouts en su formación, en los cursos de formación en cárceles, etc…

 

2. Y con respecto a la educación formal, ¿se puede llevar a cabo en todas las materias?. ¿Es una metodología que puede ser transversal?

En cualquier materia de cualquier titulación. Aunque es verdad que algunas titulaciones se prestan más a ello, principalmente  las titulaciones ‘de ayuda’ como enfermería, medicina, trabajo social, fisioterapia, educación… Pero lo cierto es que se puede trabajar, y se trabaja, en todas las titulaciones. Es decir, un profesor de biología molecular puede proponer a sus estudiantes trabajar en un proyecto de Aprendizaje-Servicio que utilice los contenidos de esa materia, como uno que se me ocurre ahora, y que se ha puesto en marcha en Madrid, y se trata de un proyecto que trabaja con chicos de Bachillerato sobre el uso racional de los antibióticos, y además se pretende, con este aprendizaje, que los estudiantes ‘cultiven’ antibióticos.

 

3. ¿Esta metodología ya lleva siendo eficaz y utilizada en otros países?

Esto no es una metodología nueva, porque se está haciendo desde hace muchos años. Hay profesores que, de manera individual, trabajan desde hace muchos años en esta dirección. Viene de Estados Unidos, por su tradición, por esa cultura del ‘giving’, del mecenazgo, del voluntariado… En Latinoamérica se difundió muy rápidamente hace tres décadas y a partir de ahí ha saltado a universidades del resto del mundo, donde ya se han creado redes. Europa es la última región del mundo en incorporar esta metodología, aunque debemos decir que las universidades españolas son las que están más avanzadas en ella. En todas las universidades españolas hay, al menos, un profesor que usa esta metodología.

"Se trata de que la Universidad salga de su Torre de Marfil, y que el conocimiento sea utilizado para la vida, para la sociedad, y sobre todo, para resolver los problemas sociales, principalmente de las personas y colectivos más desfavorecidos"

4. ¿Qué ejemplo concreto del Aprendizaje-Servicio se le viene  al cabeza ahora para explicarnos la utilidad de esta metodología?

Mis estudiantes de Política y Teoría de la Educación, de primero del Grado en Educación Primaria, entre sus contenidos, trabajan el derecho a la educación, la atención a la diversidad, la inclusión educativa… Estos estudiantes van a la antigua cárcel de mujeres (a la Unidad de Madres) que hay en Madrid y mientras las madres están recibiendo cursos de formación, ellos, a través de una asociación que tiene un convenio con el Ministerio, están con los niños, que en su día a día no tienen contacto con gente de fuera, y les estimulan y ofrecen posibilidades de relacionarse a través del juego, y actividades lúdicas. Y además, los fines de semana, salen fuera de la cárcel con ellos.  Es muy importante este servicio para sus madres.

 

5. Entonces, ¿son como unas prácticas fuera de la universidad?

No exactamente. Es parte de los contenidos  de una asignatura. Ellos están aprendiendo conceptos como el de inclusión social y educativa con este tipo de iniciativas; y también trabajan otros conceptos y contenidos de esta asignatura que están aprendiendo al dar ese servicio.

 

6. Esta metodología ‘conecta’ mucho con la filosofía de la ULPGC, especialmente interesada en dar respuesta a lo que le demanda la sociedad que la vio nacer, en muchos ámbitos…

Claro, efectivamente. Se trata de que la Universidad salga de su Torre de Marfil, y que el conocimiento sea utilizado para la vida, para la sociedad, y sobre todo, para resolver los problemas sociales, principalmente de las personas y colectivos más desfavorecidos. Es un compromiso que tiene la Universidad: trabajar por el bienestar social.

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