RAFAEL ROBAINA

1. Este año el inicio de curso se presenta con muchas novedades, desgraciadamente como consecuencia de una pandemia que aún sigue entre nosotros. Suponemos que esta situación ha provocado un gran esfuerzo y trabajo por parte de todo el equipo de gobierno de la ULPGC para garantizar a la comunidad universitaria un inicio de curso absolutamente seguro…

A nivel institucional, en primer lugar, hemos aplicado una ‘receta’ que ha dado sus frutos durante, y esperamos que tras la pandemia, y que ha sido desarrollar un trabajo en equipo, entre toda la comunidad universitaria que cuenta con responsabilidades. Ya, este equipo de gobierno, durante esta legislatura, habíamos dado una ‘carta de órgano de universidad’ a las confederaciones de decanos y directores de centros y departamentos. Ya veníamos trabajando con ellos toda la legislatura y ahora lo hemos intensificado para programar cómo teníamos que llevar la pandemia y el período posterior para iniciar este curso. Así surge un plan especial de inicio de curso en julio, que se elaboró conjuntamente y que se aprobó en Consejo de Gobierno. Se plantearon varios escenarios y entre ellos el rebrote del virus, y por ello este plan es el que está sirviendo de guía, en la actualidad, a los centros. Principalmente, ahora se ha decidido dejar la presencialidad en el aula para los grupos pequeños de estudiantes y continuar en on line para los grupos grandes. El objetivo es que la clase se diera, y la clase a día de hoy, se están dando.

2. ¿Y está prevista la presencialidad absoluta de la docencia en algún momento de este curso académico? ¿o todo dependerá de cómo evolucione?

En el inicio de la pandemia el control absoluto de este aspecto estaba en manos del equipo de gobierno de la ULPGC, pero ya en esta fase, el control ha vuelto a los centros, y son los responsables de estos centros los que están haciendo un seguimiento, como ha sido siempre. A final de octubre ya sabremos cómo ha sido el cumplimiento del plan docente en cada titulación que, por lo que a mí me llega, es máximo. Y la presencialidad se irá ganando en función de que las autoridades sanitarias nos vayan informando de la evolución. Aunque sí adelanto que yo no espero una situación normal hasta el curso 2022-2023, simplemente por tener en cuenta el tiempo que el ser humano necesita para restablecerse de una situación como esta.

“Yo no espero una situación normal hasta el curso 2022-2023, simplemente por tener en cuenta el tiempo que el ser humano necesita para restablecerse de una situación como esta”

3. Toda la adaptación de la ULPGC a esta nueva situación, principalmente incidiendo en las medidas de seguridad en los centros y en la docencia on line ha supuesto un gasto imprevisto. ¿Se contará con una partida económica extra del Gobierno de Canarias?

Hemos tenido que pelearlo, para que de los Fondos COVID transferidos para Educación se dedicara una partida a la Educación Superior. Porque desde el Gobierno de Canarias no se tenía conciencia de nuestra situación, y por ello nos reunimos la Rectora de la ULL y yo con el Presidente del Gobierno, y le explicamos que el 20% debía estar destinado a las universidades. Y hemos acordado justificar todos los gastos que tenemos. Ahora mismo ya necesitamos 1,5 millones de euros para esta adaptación, porque hemos tenido que disponer de nuevos ordenadores, acondicionar las aulas, hemos realizado nuevas obras de ventilación de espacios, hemos reforzado el servicio de limpieza… Y hay un compromiso por parte del Gobierno canario para asumir estos gastos, aunque la cifra que nos han adelantado hasta la fecha no se ajusta del todo.

4. El nuevo Director General de Universidades de Canarias, Manuel Ramírez, es un gran conocedor de esta Universidad, porque ha sido profesor en ella y, además, Jefe de Gabinete del anterior Rector, José Regidor. Nos ha comentado que se ha comprometido a abordar con las dos universidades públicas canarias el plan plurianual de financiación, basado en una ‘financiación por resultados’ y en una ‘financiación estratégica’. ¿Cómo lo valora?

Hay un trabajo ya hecho desde el año 2016, que se firmó el convenio para desarrollar el plan, que proponía a las Universidades una serie de incentivos en virtud de ir cumpliendo una serie de hitos: análisis de plantilla, análisis de titulaciones… Ahora mismo, la Consejería de Educación ya tiene todos los datos de la ULPGC para desarrollar este plan de financiación y se trata de volvernos a sentar para que el Gobierno de Canarias acepte el dinero que necesitamos. Y una cuestión está clara: a día de hoy no nos están dando lo que cuesta esta Universidad. Nosotros tenemos tensiones financieras porque en 2019, por ejemplo, los gastos de personal han sido de 103 millones de euros; y, sin embargo, las transferencia del Gobierno canario ha sido de 97 millones de euros. Y, en este sentido, ya hemos estado hablando con el ejecutivo regional sobre la necesidad de equilibrar las cuentas y dotaciones económicas de las dos universidades, porque el servicio es el mismo. Somos espejos las dos universidades y lo que no puede ocurrir es que una perciba menos que la otra. Y compensar este  desequilibrio, desde luego, puede paliar mucho la situación de la ULPGC, que podría mejorar sus servicios y sus necesidades de docentes. Y si, además, se han rebajado las matrículas en este período, y damos algunas matrículas gratuitas, también pedimos que esas rebajas nos las paguen, porque de este modo seguimos acumulando deudas. Tenga en cuenta que esta universidad, desde 2016 a 2019, en carencias de compensación de todos ingresos que hemos dejado de cobrar por matrículas, tenemos contabilizados 9 millones de euros.

“Ya necesitamos 1,5 millones de euros de financiación extra, porque hemos tenido que disponer de nuevos ordenadores, acondicionar las aulas, hemos realizado nuevas obras de ventilación de espacios, hemos reforzado el servicio de limpieza…”

5. Con respecto al ámbito formativo, al de infraestructuras docentes o de investigación, ¿se presenta alguna novedad este año?

Pues la principal es la digitalización. Nosotros teníamos un Plan de Digitalización a desarrollar a lo largo de ocho años, con la incorporación de mejoras tecnológicas para el aprendizaje, ya se ha instalado muy rápidamente como consecuencia de la pandemia. Estamos fomentando, así, un aprendizaje autónomo, para trabajar nuevas competencias que se van a exigir después en el mundo laboral. La investigación y la transferencia son, también, los dos pilares que hemos trabajado en estos últimos años. Es la primera vez que esta Universidad tiene un plan propio de investigación, dotado financieramente, y que vamos a prorrogar ahora, del año 2021-2023, con dinero captado directamente por la propia institución. Así pretendemos mantener viva la llama de la investigación y, sobre todo, modernizarse con acciones encaminadas a mejorar este ámbito, como es la puesta en marcha de los portales ULPGC Research o AccedaCRIS, que son unas herramientas muy útiles para los investigadores y para divulgar información de todos los investigadores de esta Universidad. A ello se ha sumado nuestra adhesión a la plataforma ‘The Conversation’, para aumentar la divulgación de nuestra ciencia, y ya somos la cuarta institución que más publica en esta plataforma. Y en el ámbito de la transferencia, inauguramos el nuevo centro de innovación NEXO en el Campus de Tafira. Un comedor universitario del siglo XIX se convierte en un centro para que los estudiantes se ‘alimenten’ de ideas.

6. Y otra de las grandes novedades de este curso es, sin duda, las elecciones a Rector de la ULPGC. ¿Cuándo se inicia el proceso y calendario y qué retos habría que marcarse en esta universidad para los próximos años?

A mí me gustaría continuar al frente de la ULPGC, por responsabilidad. Porque es una institución que va a requerir de un rumbo estable en los próximos años. Mi interés es iniciar este proceso cuanto antes. El 12 de enero ya tiene que haber un calendario, porque el día 13 de enero ya estaría yo como Rector en funciones, y lo mejor es estar en funciones el menor tiempo posible. En mi candidatura habrá novedades, porque habrá áreas que deben reforzarse, y habrá otras que ya han cumplido su labor y entrarán en un plano más técnico. Y no hablo de las personas, sino de los cometidos, que igual ya no son propias de formar parte de un Vicerrectorado. Y, en ese sentido, habría que introducir nuevos elementos que esta pandemia, por ejemplo, nos los ha evidenciado, como la desigualdad social que existe, porque los datos que me han ofrecido algunos estudios nos arrojan que somos una universidad de clase media-baja y debemos hacer políticas en ese sentido, porque esta universidad se creó para esto. Y también hay techos de cristal para las mujeres, que hay que romperlos, y hay políticas que se pueden ejercer para mejorar la conciliación o para abordar todas las consecuencias de esta pandemia.