Las islas pierden sus playas…

30/11/2018
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Las islas pierden sus playas…

El cambio climático es el culpable. Y es que el dióxido de carbono ha aumentado su concentración en la atmósfera, lo que ha provocado el calentamiento global del planeta. La consecuencia más evidente de este calentamiento es el incremento del nivel del mar, que, en el caso de los territorios insulares, amenaza con la desaparición de sus zonas costeras y de sus playas.

 

Playa de Las Canteras

En el Encuentro “Archipiélago y Océano: Repercusión del Cambio Climático en los Territorios Insulares”, organizado recientemente en Gran Canaria, más de una veintena de expertos mundiales abordaron las especiales características de los Archipiélagos en el proceso de calentamiento global y las medidas más efectivas en la lucha del cambio climático desde estos entornos terrestres. Alonso Hernández, catedrático y director del Instituto de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG) de la ULPGC, destaca que en el último siglo, el nivel del mar ha aumentado en Canarias 30 centímetros.

Así, playas tan emblemáticas como Las Canteras, en la capital de Gran Canaria, ha perdido unos 8 metros de extensión. “En otros puntos del Atlántico la situación ha sido, incluso, peor. Por ejemplo en la isla de Puerto Rico, en donde se ha perdido más del doble de extensión en sus playas porque el nivel del mar ha superado los 70 centímetros”.

Las islas son, por tanto, los territorios más vulnerables ante el cambio climático. A la lenta desaparición de sus playas se añade la erosión marina de sus zonas costeras “en donde se disuelve material particulado que podría alterar la química de las aguas litorales, cambiando su sensibilidad y acidez”. A ello se suma otro efecto nocivo más. Y es que el calentamiento global provoca la invasión de especies de otras latitudes así como de la proliferación de algas, “como ocurrió en Santa Cruz de Tenerife el año pasado”.

De igual forma, la inyección de gases de efecto invernadero a la atmósfera hace aumentar la absorción de este gas por el océano, “que incrementa la acidez de las aguas y disminuye el contenido de carbonato disuelto, lo que afecta directamente a los organismos calcificadores, esenciales para la vida de los organismos y, consecuentemente, a la cadena trófica”, explican los investigadores del IOCAG.

Para contribuir al conocimiento y a su comparación con otros entornos isleños y continentales, el IOCAG tiene previsto establecer en los próximos cuatro años, de 2019 a 2022, una Red Canaria de Observación del Dióxido de Carbono y la Acidificación CanOA, enmarcada en el Proyecto cambio, financiado por la Fundación Loro Parque y el Gobierno de Canarias.

 

La lucha contra el cambio climático desde el IOCAG

El IOCAG también lidera, de manera paralela a la puesta en marcha de la Red Canaria de Observación, otros proyectos relacionados con el portada web IOCAGcambio climático mundial y su efecto en los océano. Cada uno, desde diferentes aspectos que engloban estudios oceanográficos físicos, químicos y biológicos, así como estudios por medio de satélites de uso terrestre aplicados al medio ambiente y estudios geológicos.

Los estudios físicos del océano están enfocados al análisis del aumento de la temperatura del océano, desde la superficie hasta la profundidad, ofreciendo resultados desoladores que evidencian la pérdida de aproximadamente 8 metros de nuestras playas. Estos estudios se complementan con otros que evalúan la variación del nivel del mar desde el punto de vista geológico ocurrida durante los últimos 5.000 años, y con la posible oscilación de la Corriente de Canarias y los vientos alisios en este Archipiélago, con las consecuencias biológicas que ello ha supuesto.

Desde el IOCAG también se llevan a cabo estudios químicos del mar que muestran cómo el océano incorpora parte del exceso del dióxido de carbono de la atmósfera (aproximadamente el 30%) incrementando su concentración en las aguas y, consecuentemente, disminuyendo su pH. Además, se estudia el papel del hierro, el metal traza más importante en el control de la productividad en los océanos.

Por último, el IOCAG lleva a cabo investigaciones para mitigar el cambio climático por medio de las algas (macro- y microalgas). Se están desarrollando sistemas de producción controlada de algas para la biofiltración no sólo de aguas residuales, sino también de gases de combustión a través del proceso fotosintético.