Los estudios universitarios, un valor añadido

15/02/2021
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Los estudios universitarios, un valor añadido

Las experiencias profesionales de José Miguel Santana y María España, jóvenes egresados de la ULPGC, son ejemplos del valor que aportan los estudios universitarios al mercado laboral. Tras el duro golpe de la pandemia, se demandan nuevos perfiles de expertos y trabajadores, comprometidos en sus profesiones y altamente cualificados.

Jose Miguel en su centro de trabajoY para muestra, ‘dos botones’. Con tan solo 24 años, José Miguel Santana, graduado en Fisioterapia por la ULPGC en 2018, ya trabaja, desde hace dos años, en el Servicio de Rehabilitación del Hospital San Roque, en la zona turística de Maspalomas, y en el centro asistencial de Vecindario. En el caso de estudiantes como él, formados en la rama de las Ciencias de la Salud, es tradicional que la tasa de empleabilidad sea una de las más altas.

Pero José Miguel considera que, además, la formación académica que recibió en la ULPGC y las prácticas realizadas durante sus estudios le ha servido de gran ayuda para integrarse plenamente en el mercado laboral. “De hecho, hace unos tres años, yo fui alumno en prácticas donde hoy trabajo. Por esta razón, aconsejo a los alumnos que escojan prácticas en aquellos lugares donde al terminar la carrera tengan alguna probabilidad de trabajar. Estos tipos de prácticum favorecen la inclusión en el mundo laboral, aparte de proporcionar y brindar las herramientas necesarias para desarrollar las habilidades, destrezas y competencias de la profesión”, explica.

María España también estudió en la ULPGC, concretamente el Doble Grado en Administración y Dirección de Empresas y Derecho, que finalizó en el año 2018. Fue becaria de colaboración en dos unidades diferentes de la propia institución académica. Pero, además, gozó de la oportunidad de realizar Maria en Torontoprácticas Erasmus extracurriculares en Praga, en la empresa privada WJ Global Group, dedicada a la organización de conferencias y seminarios en el sector bancario y financiero. Una experiencia que, según destaca ella misma “me ayudó considerablemente a mejorar mi nivel de inglés”. Tal ha sido su curriculum formativo que le valió para trabajar con una beca en Toronto (Canadá), en la Oficina Comercial de la Embajada de España, en representación de la empresa canaria Proexca. “A pesar de la pandemia tuve una experiencia muy enriquecedora desde el punto de vista profesional, ya que compaginaba tareas de la Oficina Comercial y de PROEXCA, ayudando a las empresas españolas interesadas en acceder al mercado canadiense y, al mismo tiempo, estableciendo contacto con empresas canadienses con el fin de atraer inversión a Canarias”, explica.

En la actualidad, y tras su experiencia profesional internacional, se encuentra de vuelta en la isla, trabajando para la Asesoría Suárez, Caballero y Asociados, “con un proyecto nuevo basado en la labor que realicé en Canadá, para asesorar a empresas extranjeras a establecerse en Canarias”, destaca. “Este asesoramiento internacional es jurídico, contable y laboral, con el objetivo de que el establecimiento de la empresa en Canarias sea finalmente un éxito”.

Al igual que José Miguel, María considera que las prácticas en empresa durante su etapa universitaria han sido vitales “para insertarme en el mundo laboral, ya que nos permiten que tengamos una primera toma de contacto con la realidad laboral y nos ayudan a poner en práctica todo lo aprendido de forma teórica”.

Mayores metas profesionales

Los dos jóvenes coinciden en valorar la formación universitaria como un elemento clave para alcanzar mejores y mayores metas profesionales, puestos de trabajo cualificados y mejor remunerados, en su mayoría. Sin embargo, ambos han continuado formándose tras sus años universitarios para mejorar sus curriculums y su experiencia laboral, especializándose en algunos de los ámbitos profesionales más demandados por las empresas.

Pero también les une su proactividad: “no debemos esperar a que llegue el trabajo de nuestros sueños sin más, sino que animamos a que los universitarios investiguen, prueben, curioseen, se equivoquen y aprendan de sus errores… y así podrán enfrentarse mejor al mercado laboral”. Un mercado laboral que, en tiempos de pandemia, exige un mayor compromiso y especialización de las nuevas generaciones de expertos y profesionales, y donde la Universidad se convierte es una pieza fundamental para garantizarlo.