La simbiosis de forma y técnica en la arquitectura
El Grupo de Investigación LPA.III (Laboratorio de Proyectos Arquitectónicos III) nos presentan y quieren evidenciar, con sus trabajos e investigaciones, que la relación entre la forma y la técnica del proyecto y su construcción siguen siendo los ejes fundamentales de la obra arquitectónica. Por tanto, debe existir una vinculación muy estrecha entre la forma del proceso proyectual, y cómo se lleva a cabo técnicamente la construcción.
Desde hace ya 15 años comenzó la andadura del que hoy se denomina Grupo de Investigación de Laboratorio de Proyectos Arquitectónicos III, que conforman cinco profesores de los departamentos de Expresión Gráfica y Proyectos Arquitectónicos y de Construcción Arquitectónica. Su objetivo ha sido el estudio de la vinculación entre la forma y la técnica en el proceso del proyecto arquitectónico. Y es que en el momento actual que vive la arquitectura, la estética casual y objetual está jugando un papel determinante, “con obras que contemplan estructuras multiformes muchas veces banales y de apariencia dudosa”, explica el director del grupo, el arquitecto Juan Manuel Palerm Salazar.
Sin embargo, las tesis que el grupo defiende intentan demostrar que las técnicas del proyecto y la construcción son realmente el pensamiento estético en la arquitectura, y no el diseño. “Es decir, el pensamiento estético es inherente al proceso formal y técnico”. Y este objetivo tiene, además, una consideración: “Es fundamental la relación entre el paisaje y el espacio público, porque en la actualidad el espacio público está inmerso en un debate abierto”, afirma el arquitecto Palerm, que señala que los arquitectos “no sabemos proyectar los espacios públicos para que éstos sean el centro de la vida de los ciudadanos”.
Para los arquitectos que trabajan en este grupo de trabajo, las plazas y parques se reducen, hoy en día, al paseo de niños y personas mayores, pero no cuentan con una presencia en la vida de la gente, tal y como está ocurriendo con los grandes centros comerciales. Sobre estas premisas, las líneas de investigación del grupo se centran en varios proyectos. Por un lado, uno de ellos se resume como Paisaje y Territorio, y se basa en una investigación dirigida por este grupo pero en la que han participado 15 universidades europeas. El estudio central se enfoca a territorios que están en continua transformación como consecuencia de la accion y desarrollo humano, tanto social como tecnico. “Con este trabajo entendíamos que este tipo de territorios y su paisaje necesitan una nueva forma de verlos.
Así, cada equipo de cada universidad analizó un caso específico en Europa, y en el caso de la ULPGC, se estudió Gran Canaria. Posteriormente, todos los equipos se centraron en dar soluciones arquitectónicas al Barranco de Badajoz en Güimar (Tenerife), considerado una de las zonas europeas más degradadas por la extracción de áridos. “En este caso se vio claramente la simbiosis entre paisaje-territorio y forma-técnica”.
El litoral
Otro de los trabajos del Grupo se centra en el Litoral de la Ciudad. En él, los arquitectos vinculan la ciudad y el puerto, tras haber realizado, en 1996, un trabajo de investigación sobre el litoral de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Este estudio se basa en la evolución que ha sufrido el papel de los puertos en las ciudades. Mientras en el siglo XIX el puerto y la ciudad funcionaban como un ente único, donde existía un libre tránsito de personas y mercancías, a principios del siglo XX, el extraordinario desarrollo de los puertos ha supuesto la utilización de amplios espacios en la ciudad, y de una restricción del tránsito de personas y cargas. “Ahora existe mucho espacio muerto que puede revertirse con el objetivo que defiende el grupo: forma-técnica y espacio-paisaje”, destaca Palerm. “Así, en nuestro grupo entendemos que el puerto debe ser un elemento estructural e importante en toda ciudad, es decir, se debe entender como una nueva centralidad de la ciudad a través de la introducción de la función pública y la participación ciudadana”.
Otra línea de trabajo fundamental del grupo se orienta sobre el Espacio Libre Público y la respuesta formal del proyecto en su consideración ambiental “Se trata de darle cualidad al espacio público y a la arquitectura”. No se pretende construir, sino cualificar el territorio, y en lugar de poner edificios u objetos, la idea es reconsiderar lo edificado, y dotarle de cualidad en coherencia con el lugar y la naturaleza como matriz del desarrollo urbanístico.
También los profesores de este grupo han realizado incursiones en un nuevo ámbito: la arquitectura del turismo. Así, sus estudios se han planteado desde el punto de vista de los elementos que conforman el turismo, y se analiza dónde se sitúan los espacios públicos en las zonas turísticas. En todos estos trabajos, el objetivo es siempre identificar al espacio libre como paisaje. “No basta con poner piedras, construir, sino que la propia Naturaleza esté en el proyecto arquitectónico”.