Microplásticos ‘contaminados’ de fármacos
Los científicos mundiales alertan de que en el año 2050 los paisajes naturales de la Tierra albergarán 12.000 millones de toneladas de plástico. Es uno de los materiales más contaminantes de los océanos, cuyo tiempo de degradación supera, en algunos casos, los más de 600 años, a lo que se suma su capacidad de adsorber contaminantes emergentes como los fármacos. Se convierten, así, en un importante peligro para la fauna marina.
Que los microplásticos son uno de los principales enemigos de la fauna marina de nuestros Océanos ya no es una novedad. Según los últimos estudios científicos mundiales, unas 700 especies de organismos marinos se ven afectados por este tipo de contaminación y, cada año, más de un millón de aves y más de 100.000 mamíferos marinos mueren como consecuencia de todos los plásticos que llegan al mar, en muchos casos como resultado de su ingestión y el posterior bloqueo de sus vías respiratorias.
Pero, además, los residuos plásticos también son especialmente peligrosos por considerarse altos vectores de contaminación. Esto es, son capaces de adsorber (adherir en su superficie) otros contaminantes como los denominados contaminantes emergentes (restos de fármacos, cosméticos, hormonas, etc.).
Un proyecto de investigación europeo liderado por la Universidad de La Laguna, en el que también participan investigadores de las universidades de la Macaronesia y de la ULPGC, evalúa la presencia de microplásticos en la Macaronesia. Como subproyecto, el Grupo de Investigación de Análisis Químico Medioambiental (AQMA), analiza en la actualidad la concentración de algunos productos farmacéuticos en los microplásticos recogidos en más de 20 playas de este área oceánica.
En una primera fase del trabajo científico ya han detectado hasta seis grupos de fármacos de gran uso humano, que han sido adheridos a las pequeñas partículas de plástico recolectadas en las costas: dos antibióticos, un anticonvulsivo, un antihipertensivo, un regulador de líquidos, tres estimulantes y dos antineoplásicos (medicamentos usados en tratamientos de cáncer).
Los investigadores de los grupos de Investigación de Análisis Químico Medioambiental (AQMA) del Instituto Universitario de Estudios Ambientales y Recursos Naturales (i-UNAT) y de Ecofisiología de Organismos Marinos (EOMAR), ) del Instituto ECOAQUA de la ULPGC, analizan en este proyecto, denominado IMPLAMAC, la concentración de estos contaminantes emergentes adsorbidos por los microplásticos, que, en la mayoría de los casos, llegan a los océanos a través de las depuradoras. “Al tomarnos un medicamento, un porcentaje alto del mismo se excreta sin metabolizar”, explica uno de los investigadores de la ULPGC, Sergio Santana Viera. “Estos fármacos no son completamente eliminados por las estaciones depuradoras de aguas residuales, ya que fueron diseñadas para disminuir la carga biológica y no degradar compuestos orgánicos, y, además, su emisión no está legislada”. Del mismo modo, el investigador de la ULPGC añade que las concentraciones de estos fármacos que llegan al mar “no son preocupantes”, pues están muy por debajo del nivel en el que se considerarían tóxicos, “aunque su exposición constante y diaria en pequeñas dosis, a la larga, puede pasar factura”.
"Gracias al proyecto IMPLAMAC se han analizado los microplásticos de tres playas canarias: la de Cuervitos en Gran Canaria, la de Famara en Lanzarote; y en la playa Lambra, en La Graciosa"
Junto a él, los investigadores de la ULPGC del Grupo AQMA, Sarah Montesdeoca Esponda, María Esther Torres Padrón, Zoraida Sosa Ferrera y José Juan Santana Rodríguez, han desarrollado un procedimiento para para extraer los contaminantes emergentes que se han adherido a los microplásticos y determinarlos.
Así, por primera vez, han logrado detectar y estudiar los principales fármacos adsorbidos. Concretamente, en esta primera fase del proyecto científico, se han analizado los microplásticos de tres playas canarias, la de Cuervitos en Gran Canaria, la de Famara en Lanzarote; y en la playa Lambra, en La Graciosa.
En una segunda fase se están analizando microplásticos de cinco playas de Tenerife, cuatro de La Palma, dos de La Gomera, una en El Hierro y una en Gran Canaria. El objetivo es rastrear otros contaminantes emergentes como los filtros ultravioletas, derivados de los restos de cosméticos o cremas solares.
Los resultados de este proyecto se convierten en una novedosa aportación científica en el estudio de la contaminación de los océanos y de la vida marina que habita en ellos.