Viajar en tren o avión
Un grupo de investigadores del Departamento de Análisis Económico y Aplicado de la ULPGC han constatado para el Ministerio de Fomento que la inversión de un tren de alta velocidad entre Madrid y Barcelona no resulta rentable, como consecuencia de la gran competencia del puente aéreo.
El Grupo de Investigación de Economía de las Infraestructuras y Transportes de la ULPGC realizó, a través de un proyecto financiado por el Ministerio de Fomento, una evaluación socioeconómica de lo que suponía la inversión a realizar para poner en marcha el tren de alta velocidad entre Madrid y Barcelona, teniendo en cuenta la gran demanda existente en el puente aéreo entre ambas ciudades.
Tres investigadores del Grupo y profesores de la ULPGC, Concepción Román, Raquel Espino y Juan Carlos Martín, analizaron varios factores determinantes para escoger una forma de transporte (el tren) u otra (el avión), tales como la percepción del tiempo de viaje y de espera por los viajeros, el acceso a estos medios, el tipo de viaje, las frecuencias del transporte, la comodidad o la valoración de retrasos, para la toma de decisiones. Además, otra parte de estudio se centró en analizar la disposición a pagar de los viajeros por obtener mejoras en la calidad del servicio. Todos estos parámetros permitieron definir que el tren de alta velocidad entre Madrid y Barcelona tendrá una demanda esperada de 2,17 millones de pasajeros el primer año de su funcionamiento, y, sin embargo, la evaluación socioeconómica, realizada por el director del grupo de investigación, Ginés de Rus, avanzó que para que la inversión del tren de alta velocidad fuera rentable sería necesario desviar del resto de los modos de transporte existentes en el corredor entre 11 y 20 millones de pasajeros, una cifra bastante alejada de la demanda real.
El avión, más conveniente
Estos datos, que desechan la posibilidad de que el tren de alta velocidad sea rentable desde el punto de vista económico, también encuentran apoyo en el análisis social, en donde se destaca que el avión es una alternativa de gran calidad que resulta más conveniente por su reducido tiempo de viaje. “Además, hay que tener en cuenta que el puente aéreo entre Madrid y Barcelona es la ruta doméstica más importante del mundo, ya que tiene una demanda de más de 5 millones de pasajeros al año”, señaló una de las investigadoras del Grupo, Concepción Román.
Y es que el puente aéreo Madrid-Barcelona permite al usuario disponer de una frecuencia de transporte similar al transporte urbano, ya que en hora punta despega un avión entre amabas ciudades cada diez o quince minutos.
En la actualidad, la construcción del AVE entre Madrid y Barcelona ha supuesto una inversión de 7.400 millones de euros, y esta ha durado cerca de 15 años, frente a los 2.400 millones que costó la línea Madrid-Sevilla la cual se construyó en cuatro años. Esta diferencia sustancial ha respondido a las dificultades en el trazado por la especial orografía del terreno.