Campos de golf sensibles con el Medio Ambiente
Tres profesores de la ULPGC han desarrollado una herramienta de fácil uso para medir y controlar los impactos ambientales que se suceden en los campos de golf como consecuencia del uso y mantenimiento de estas grandes áreas deportivas.
En el año 2005, fecha en la que se inició el trabajo de un grupo de profesores del Departamento de Economía y Dirección de Empresas de la ULPGC, existían en España 272 campos de golf. Se trata de grandes superficies dedicadas al ocio y deporte que, tal y como destacan los distintos organismos dedicados al Turismo, generan una gran actividad económica.
“Nosotros partimos de que en España y a nivel internacional existen grandes superficies dedicadas a la práctica del golf, y en este sentido, consideramos que estas áreas deben conseguir que el impacto ambiental sea el menor posible”, señala Agustín Sánchez Medina. Este profesor de la ULPGC, junto a sus compañeros de Departamento, Leonardo Romero Quintero y Ángel Gutiérrez Padrón, decidieron, entonces, plantear la posibilidad de crear una herramienta que permitiera medir y controlar los impactos ambientales que sufren las zonas en donde están radicados estos campos de golf.
Así comenzó un estudio de campo en el año 2005. “Primero revisamos toda la literatura que existía al respecto, para informarnos de los posibles impactos ambientales como consecuencia del uso diario y mantenimiento de estas grandes extensiones, y posteriormente nos dirigimos a todos los campos de golf españoles”, comentan los profesores Agustín y Leonardo. Del total de 272 campos radicados en España, contestaron a los cuestionarios y colaboraron con el proyecto unos 56, de los cuales uno de ellos se localizaba en Canarias.
Tras testar cuáles eran las principales preocupaciones medioambientales de los gestores de estos campos se inició el trabajo de determinar qué aspectos querían medirse para valorar los posibles daños al Medio Ambiente. “Así, por un lado definimos que había que determinar dos tipos de indicadores: unos que midieran los impactos, y otros que midieran la gestión que se estaba realizando para minimizarlos”, apunta Leonardo Romero. Además, estos indicadores debían permitir que los gestores de los campos de golf pudieran comparar año tras año sus datos, con el fin de detectar si estaban evolucionando hacia la gestión sostenible del campo de golf, o simplemente comparar su gestión con las de otros campos de golf de referencia.
Índice global de comportamiento ambiental
La novedad de esta nueva herramienta radica en la posibilidad de determinar un índice de comportamiento global de un campo de golf. Y es que hasta el momento, los gestores de estas instalaciones realizaban estudios de indicadores muy concretos que medían el impacto ambiental de una manera muy independiente: el consumo de agua, la generación de residuos tóxicos, la utilización de elementos que protegen el Medio Ambiente…
Con la nueva herramienta de gestión, cada campo de golf puede realizar una valoración general del conjunto de sus acciones, y disponer de un índice global que año tras año puede mejorar atendiendo a las circunstancias de cada campo. “Porque, además, esta herramienta se puede adaptar a las especificidades de cada campo, ya que no es lo mismo el consumo de agua en un campo localizado en Canarias que otro en el norte de España, por ejemplo”.
Los profesores de la ULPGC tienen gran interés en que esta herramienta se ponga en marcha en algunos campos españoles, con el fin de detectar cuáles son las posibles mejoras a aplicar. “Nosotros estamos dispuestos a colaborar en el análisis de sus indicadores y en adaptar la herramienta a cada campo, que es de muy fácil manejo”.
No es nada nuevo asegurar que los socios o visitantes de instalaciones son cada vez más sensibles a aquellas organizaciones que respetan el Medio Ambiente y que ponen en marcha fórmulas y procesos que dañen lo menos posible el entorno. Por este motivo, las herramientas de gestión ambiental como la propuesta por los profesores de la ULPGC, publicada por revistas especializadas en el sector, son un elemento esencial para ‘vender’ a los posibles clientes una instalación deportiva sostenible, sea cual sea la actividad que en ella se practique.