Agronomia marina: reinventando la agricultura con agua de mar
¿Te imaginas cómo sería la agricultura si se pudiera regar con agua de mar?. El Centro de Biotecnología Marina de la ULPGC, en colaboración con la Fundación AGRAMAR, demuestra que puede ser viable regar los cultivos con agua de mar sin salinizar los suelos.
Hace 25 años que el Grupo de Investigación del Centro de Biotecnología Marina de la ULPGC trabaja en torno a un objetivo: “Con sol y agua de mar se puede cultivar algo más que turistas”. Así define el catedrático de la ULPGC, Guillermo García-Blairsy Reina, la evolución del programa de investigación que les ha conducido desde el cultivo de cianobacterias, al de microalgas, al de macroalgas y, actualmente, hasta la posibilidad de desarrollar una tecnologia de cultivos intensivos de plantas que se riegan directamente con agua de mar. “Hemos estado mucho tiempo trabajando con algas, pero ahora hemos iniciado el estudio del cultivo marino de plantas terrestres convencionales (es decir, de vegetales con flores, raices, tallos,…)”.
Es un cambio significativo en la línea de investigación ya que la tecnología del cultivo estos vegetales difiere mucho a la de las microalgas y macroalgas. “Las especies con las que hemos iniciado este programa de desarrollo tecnologico se encuentran en algunos saladares de Canarias y del Sahara, y pueden ser utilizadas para consumo humano, producir semillas oleaginosas y metabolitos bioactivos”, señala Garcia-Blairsy Reina. “Se puede reinventar la agricultura con esta nueva tecnologia de cultivo”.
El sistema de riego se basa, principalmente, en conducir el agua salada a través de tubos de plástico rellenos de picón, a través del cual, aprovechando la gravedad, fluye el agua de mar, y crece un tapiz de microalgas que aumenta la vitalidad de las plantas.
Este sistema de cultivo, denominado cultivo hidropónico, sería posible aplicarlo incluso en jardinería costera, en las zonas turísticas del Archipiélago, donde las plantas endémicas costeras sean las protagonistas. Pero uno de los beneficios más importantes de esta novedosa investigación es la posibilidad de que la contaminación ambiental que se produce con el riego de agua desalada se minimice. “Los canarios somos los más contaminantes per cápita del Planeta, por lo que somos los que más contribuimos al cambio climático”, comenta el catedrático de la ULPGC. Y es que en Canarias toda la electricidad , todo el transporte y toda el agua dulce se produce quemando combustibles fósiles.
García-Balirsy destaca un ejemplo muy gráfico: detrás de cada 9 gotas de agua dulce, hay una gota de fuel-oil, producto del proceso de desalinización. En este sentido, el sector agrícola de Canarias es una de las actividades que emite más emisiones de CO2 por el riego de agua desalinizada.
Con la propuesta del Grupo de Biotecnología Marina de la ULPGC, que trabaja en colaboración con la Fundación AGRAMAR (www.fundacionagramar.org) se aporta un granito de arena a la preservación del medio ambiente, ya que con esta tecnología de cultivo no se emiten gases perjudiciales a la atmósfera, y se aprovechan los recursos estratégicos de Canarias: sol y agua de mar, para la produccion intensiva y sostenible de vegetales de alto valor añadido.