Un sistema de extracción hidráulico con camellos
Un nuevo prototipo de sistema de bombeo, filtrado y almacenamiento de agua en pozos, ideado por varios ingenieros de la ULPGC, favorecerá a que en muchos poblados de Mauritania se extraiga hasta 30 litros de agua por minuto para el consumo humano, el riego y las necesidades básicas de sus habitantes, sin recurrir a combustibles fósiles.
El Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, con la intervención de la spin-off Ingeniería, Investigación e Innovación para el Desarrollo Sostenible S.L. (3iDS), y mediante un convenio de colaboración con la Universidad de Nouakchot en Mauritania, ha ideado un nuevo prototipo de extracción de agua de pozos utilizando una de sus principales fuentes de energía: los camellos.
El proyecto, liderado por el catedrático de la ULPGC, Roque Calero, nace tras detectarse que en Mauritania existe un gran problema para extraer agua de sus cientos de pozos con destino al consumo humano, de los animales o para riego. En la actualidad, gran parte de esta agua se extrae de manera muy rudimentaria, enlazando una cuerda a un camello o vehículo todoterreno, que tira desde varias decenas de metros, para extraer pequeñas cantidades de agua con bidones. Además, los intentos por bombear el agua con motobombas, accionadas por gasolina o gasoil, han fracasado por la elevada profundidad del agua en algunos pozos, el aislamiento geográfico de éstos y el alto coste del combustible y del mantenimiento.
Y es que para Roque Calero, “África está llena de chatarra europea”, o lo que es lo mismo, sistemas con tecnologías avanzadas que no están en absoluto adaptadas a las duras condiciones de funcionamiento en estos países con bajo nivel de desarrollo, carentes de recursos humanos cualificados y también económicos. “Por este motivo, nos planteamos idear un nuevo sistema de bombeo que se basara en una de sus fuentes de energía más económicas y usuales: los camellos”.
Así, el objetivo ha sido construir un prototipo con tecnología que esté al alcance de poblaciones del Tercer Mundo, y que no suponga una gran inversión para estos habitantes. Se trata de un sistema de transmisión hidráulica que permite el accionamiento de la bomba sumergida en el pozo desde unas levas situadas en una rueda accionada por el animal.
El sistema desarrollado permite elevar 30 litros de agua por minuto (equivalente a 1800 litros/hora) desde profundidades de hasta 60 metros. Las ventajas de este prototipo, a juicio de los ingenieros del proyecto, es que se trata de un sistema de simple instalación y muy flexible, pues tanto el “motor animal” como el depósito que recibe el agua extraída, pueden situarse alejados del pozo. Además, su mantenimiento es sencillo y puede ser llevado a cabo por personal sin grandes conocimientos tecnológicos y utilizando herramientas básicas.
Estos sistemas sencillos y de baja tecnología no constituyen un objetivo prioritario de los fabricantes europeos, a pesar de la evidente necesidad de su implementación en los países de bajo nivel de desarrollo, no sólo para cubrir sus necesidades básicas, sino también para ir mejorando su propio desarrollo. En este sentido, Roque Calero considera que en Canarias se cuenta con un gran potencial investigador de profesionales y de tecnología que podrían ayudar a mejorar las condiciones de vida de los países en vías de desarrollo, al tiempo de generar empleo y riqueza en las propias Islas.
El proyecto ha sido financiado por el Gobierno de Canarias (Dirección General de Relaciones con África), a través de un convenio entre la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Universidad de Nouakchot, y para su diseño y confección se ha contado con la colaboración de dos empresas canarias y otra mauritana, colaboración que formaba parte de los objetivos iniciales del proyecto.
Nuevos proyectos para el Tercer Mundo
Esta iniciativa abre las puertas a nuevos proyectos que pueden dar respuesta a necesidades básicas en el continente africano, ideando maquinarias que se ajusten a sus necesidades y que en la actualidad no se fabrican en el denominado ‘primer mundo’. “Hemos detectado la posibilidad de continuar desarrollando proyectos que permitan potabilizar el agua a un bajo coste, producir hielo para conservar alimentos, o establecer pequeños invernaderos con tecnologías que los blinde frente a las inclemencias del tiempo, entre otras cuestiones”.
Para ello, Roque Calero considera esencial trabajar conjuntamente entre Canarias y organismos africanos, incluso creando empresas mixtas de varios países que colaboren en la construcción y mantenimiento de maquinarias sencillas que ayuden a mejorar la calidad de vida de los africanos.
Así, será posible que la ULPGC no sólo se ciña a solucionar problemas cotidianos en el continente vecino con la creación de sus prototipos, “sino que, gracias a los convenios que se puedan suscribir, podremos transferir tecnología a estos países en vías de desarrollo, formando a técnicos africanos”.
Se trata de una nueva filosofía de trabajo y de vida que favorecerá puestos de trabajo en nuestro Archipiélago y que, paralelamente, ayudará a que empresas africanas ‘despeguen’ para mejorar la vida diaria de sus habitantes.
