La telemedicina ayuda a las poblaciones indígenas
Como consecuencia de la colaboración, desde hace años, entre la División de Procesado Digital de Señal del CETIC y la Universidad de Costa Rica, se ha impulsado un proyecto de telemedicina que permitirá identificar a poblaciones indígenas y nómadas del sur de Costa Rica a través de la biometría.
Al sur de Costa Rica se sitúa la región de Ngöbe, una zona muy montañosa y con duras condiciones climáticas en donde se asientan, de forman intermitente, poblaciones indígenas que se caracterizan por ser itinerantes y carecer de alfabetización.
El Gobierno costaricense les ofrece cobertura sanitaria a través del Hospital de San Vito, aunque se encuentran con serias dificultades para ofrecer estos servicios médicos con ciertas garantías. Y es que la población indígena suele ser poco colaboradora a la hora de identificarse, en primer lugar, por ser analfabeta, y en segundo, porque entre sus costumbres está la de cambiar de nombre a lo largo de los años. "Esta circunstancia ha hecho muy difícil tener un cierto control médico de estas personas, ya que no están identificadas ni familiarmente, ni con fichas médicas personales que ayuden a saber los antecedentes del paciente", explica el profesor Carlos Travieso, coordinador del proyecto de investigación realizado en el CETIC.
Éste ha sido, por tanto, el objetivo del CETIC y de la Universidad de Costa Rica con el proyecto de telemedicina que trabajan conjuntamente. Así, los investigadores de la ULPGC aportan sus conocimientos en biometría para dar una solución a este problema de identificación de personas. "Se trata del reconocimiento facial, de huellas de los dedos, de iris...", comenta el profesor Travieso.
En eso consiste la biometría, y es una técnica que resulta muy eficaz ya que, sin ir más lejos, las huellas dactilares son intrínsecas a cada persona y permanecen iguales a lo largo de toda su vida. Sin embargo, entre las distintas pruebas realizadas a esta población indígena se comprobó que existían algunos escollos por resolver, ya que en el caso de identificar las huellas dactilares se percibió que al ser una población indígena que trabaja diariamente en zonas boscosas "sus huellas están muy deterioradas y gastadas".
En cuanto a la posibilidad de optar por un reconocimiento facial, el grupo de investigación tropezó con la negativa de los "hombres de la tribu", que no consentían que se fotografiase ni a sus mujeres ni a sus hijos. Y, por último, el reconocimiento a través del iris resultó ser una técnica muy incómoda para estas personas, que debían acercar sus ojos a unos aparatos médicos que resultaban 'invasivos' para ellos.
La solución final fue optar por identificarlos a través de la geometría de sus manos. De este modo, se ha iniciado un proyecto médico innovador que permite identificar a determinadas poblaciones con el objetivo de generar fichas médicas que incluyan todas las características e intervenciones previas en los pacientes.
En la actualidad, los investigadores esperan la financiación de la Unión Europea a través de la Convocatoria MAC, que auspicia proyectos europeos basados en la cooperación. "Con la financiación necesaria este proyecto podría estar finalizado y operativo en el plazo de un año y medio, a lo que habría que unir otro plazo semejante para formar a los responsables médicos y a las instituciones universitarias en este tipo de herramientas biométricas".
Las técnicas de reconocimiento biométrico se utilizan habitualmente en sectores relacionados con la seguridad, para restringir o permitir el acceso a personas. El hecho de que se experimenten nuevas aportaciones de la biometría en campos directamente relacionados con la sanidad y la cooperación es una buena noticia para seguir investigando aplicaciones que pueden ser muy útiles en otros rincones del mundo, especialmente en aquellos en donde se trabaja con seres humanos en condiciones límite.