Boyas gigantes para vigilar las costas
Un grupo de 11 investigadores del IDECTIC, centro de investigación de la Universidad grancanaria, colaboran en un proyecto europeo pionero sobre vigilancia marítima, destinado a zonas susceptibles de recibir inmigración ilegal o tráfico de drogas, entre otros.
Gran Canaria, junto con Malta, será uno de los puntos geográficos en donde se probará, en el 2011, este nuevo prototipo de vigilancia, que se sustentará sobre plataformas y grandes boyas. Más de cuatro millones de euros es la financiación que la Unión Europea ha destinado a este proyecto que aglutina a un consorcio de empresas e instituciones punteras en distintos campos de la ingeniería e informática.
Entre ellos, trabaja un grupo de investigadores canarios, del Instituto Universitario para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en Comunicaciones(IDETIC), perteneciente a la ULPGC, y del Instituto Canario de Ciencias Marinas. Colaboran con empresas tan destacadas como la alemana Carl Zeiss Optronics, coordinadora del proyecto y uno de los proveedores líderes de productos ópticos y opto-electrónicos y de servicios para defensa y seguridad; o el Fraunhofer Institut Informations und Datenverarbeitung, los inventores del MP3.
Cada una de estas instituciones trabaja en torno a una de las especificidades de este prototipo de vigilancia costera autónomo que se basa en la instalación de unas plataformas de observación y control que se sustentan en unas boyas de cuatro metros y medio de altura y que funcionan autónomamente las 24 horas del día, de manera ininterrumpida y ante cualquier situación climática adversa.
Una de las principales novedades de este sistema, que se presenta como complementario a los actuales, es que consta de cámaras de visión térmica y una red de hidrófobos que se conectan a una red de radio de banda ancha y transmiten, de forma instantánea la imagen de cualquier embarcación ilegal que intente arribar a tierra, ya que las imágenes térmicas detectan la presencia de seres humanos y los hidrófobos diferencian los ruidos de distintas embarcaciones. “La principal aportación de los investigadores del IDETIC a este proyecto es dotar a estas boyas de un sistema autónomo de energía, en que ya estábamos trabajando desde hace tiempo”, explica el profesor Carlos Travieso, investigador principal de proyecto desde el CeTIC.
Por su lado, el Instituto Canario de Ciencias Marinas será el encargado de la construcción del prototipo final de las boyas.
En la actualidad, este proyecto, que se prevé que dure tres años y medio, ya ha superado los dos años y está en la fase de integración de los distintos dispositivos para chequear su funcionamiento de forma global. El próximo año se harán las primeras pruebas del prototipo, en la costa de Gran Canaria y de Malta. Los siguiente será, si todo funciona correctamente, comercializarlo entre los distintos Gobiernos que estén interesados, para complementar a los servicios de vigilancia actuales como el SIVE.