Un corazón al ritmo de la meditación Zen

30/03/2011

Un corazón al ritmo de la meditación Zen

meditation_int.jpgLos departamentos de Física y Educación Física de la ULPGC han colaborado estrechamente en la Tesis Doctoral de la licenciada Carolina Peressutti, cuya investigación pretendía cuantificar como afecta la práctica de la meditación Zen al los ritmos cardiaco y respiratorio del ser humano.

 

La meditación está considerada por algunas corrientes religiosas y filosóficas como un estado de concentración del ser humano sobre el momento presente. Meditar, según la cultura Zen, es la condición natural de la conciencia humana. De hecho, algunos maestros zen consideran que meditar es “tocar el corazón” del ser humano.

 

Este proceso de relajación y toma de conciencia, en la tradición budista Soto Zen, se produce en un estado de quietud total. Las personas meditan, así, en posición de sentados, siempre en una misma postura y sin utilizar ningún recurso externo para ‘entrar’ en el estado meditativo. Ésta fue la principal característica que inclinó a investigadores de la ULPGC a estudiar la relación entre la meditación y los ritmos cardiacos del ser humano.

 

“Los Departamentos de Física y Educación Física de la ULPGC ya habíamos colaborado en investigaciones sobre sincronización cardiorrespiratoria en deportistas de élite”, señala el profesor del Departamento de Física, Juan Manuel Martín González. Tras estas primeras investigaciones, junto al profesor de Educación Física, Juan García Manso, estos dos investigadores deciden codirigir la tesis doctoral de la licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Carolina Peressutti, centrando el trabajo de investigación, en esta ocasión, en seres humanos que no realizaran ningún movimiento.

 

Así nació la idea de contactar con centros de meditación españoles que colaboran en su estudio: medir si la meditación a muy largo plazo (entre 15 y 20 años de experiencia) producía algún efecto fisiológico en los seres humanos que la practicaban. De este modo, durante más de un año se llevó a cabo el proyecto de investigación, tomando como referencia a más de un centenar de meditadores en centros de Gran Canaria, Tenerife y Valencia.

 

“Para medir el ritmo cardiorrespiratorio usamos un cardiotacómetro, que colocábamos en el pecho de los meditadores a lo largo de las sesiones de meditación que realizaban varias veces al día en sus templos. De esta manera las medidas se realizaban con la mínima perturbación y sin abandonar el ambiente en el que practicaban”.

 

Análisis con herramientas matemáticas

Posteriormente, se diseñó un programa de ordenador para analizar los datos recogidos. “Hicimos un análisis no lineal de las señales fisiológicas que habíamos medido: la respiración, el ritmo cardíaco, etcétera”, destaca el profesor Martín González. La principal novedad de este estudio radicó en la utilización, por primera vez, de unas herramientas matemáticas “basadas en la teoría del caos y en la geometría fractal”, unidas al análisis tradicional de Fourier y al análisis tiempo-escala (wavelets).

 

Esta mezcla de metodologías permitió descubrir varias diferencias de gran interés en el ritmo cardiorrespiratorio de meditadores con distintos años de práctica: “Encontramos cierta adaptación fisiológica al proceso meditativo a medida que los sujetos avanzan en la práctica de la meditación, con patrones cardiorespiratorios definidos en cada etapa de este proceso. Así, en maestros con gran experiencia, más de 20 años, se daba una perfecta sincronización entre todos los ritmos asociados al corazón, como la presión arterial, respiración, ritmo cardiaco, etc. ”.

 

Los investigadores de la ULPGC concluyeron que la meditación, independientemente de los años de práctica, tiene efectos inmediatos sobre la salud, ya que promueve la sincronización cardiorrespiratoria. Además, a medida que se realiza el proceso de meditación a lo largo de los años, el sistema fisiológico del ser humano se adapta al proceso meditativo, y, como consecuencia, se producen mejores acoplamientos y sincronizaciones entre los distintos ritmos fisiológicos de estas personas.