La inteligencia transformada en vehículo
Un coche a escala de tan sólo 50 centímetros de largo es el prototipo utilizado por el CICEI para desarrollar soluciones inteligentes en materia de transporte y de seguridad vial. Sus investigadores han conseguido, así, un gran ahorro en los recursos y costos de este tipo de experimentaciones.
Muy pocos grupos de investigación españoles e internacionales trabajan en torno a las herramientas y mecanismos que permiten que los vehículos desarrollen soluciones inteligentes que ayuden a la conducción. El principal problema radica en el gran costo que supone preparar un coche inteligente a escala real, así como realizar las comprobaciones de su conducción en zonas habilitadas para ello.
Ésta fue la principal motivación de un grupo de investigación del Centro de Innovación para la Sociedad de la Información (CICEI) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
La primera pregunta que les surgió fue: ¿Cómo podríamos facilitar la investigación en este campo del transporte y la seguridad vial?. El Doctor Javier Sánchez Medina, miembro del CICEI, lo tuvo claro: “Hemos desarrollado un modelo a escala de un coche inteligente y así podemos probar en él todas las soluciones de transporte inteligente, con menos riesgos, menos costo y con más facilidad para hacer comprobaciones de conducción”.
Se trata de un coche de tan sólo 50 centímetros de largo. “En realidad, la base es un coche teledirigido, al que le hemos quitado la electrónica y lo hemos equipado como un coche inteligente real, con lo que nos permite desarrollar los distintos algoritmos desde el ordenador”. Este tipo de modelo de automóvil no es nada común. El grupo del CICEI sólo tiene constancia de que exista otro modelo similar en Japón. Y sin embargo, las posibilidades de estudio que ofrece son ilimitadas y a un bajo costo. De hecho, todos los elementos de los que se compone el coche inteligente del CICEI sólo han costado 1.400 euros.
Un proyecto abierto al mundo
Con este modelo a escala, el CICEI ha desarrollado un proyecto denominado Vehículos Autónomos e Inteligentes Monitorizados a Escala (ASEIMOV). En torno a él trabajan seis investigadores del centro de investigación de la ULPGC. La primera de las líneas de trabajo se centra en estudiar distintas soluciones de transporte inteligente, como la posibilidad de que el vehículo, por sí solo, detecte peatones, o que mantenga una velocidad constante tras otros vehículos, etcétera. “Éste es, aún, un campo incipiente, y lo que se pretende es reducir la tasa de accidentes, ya que la interacción del ser humano con un vehículo es muy limitada”, señala el Doctor Sánchez Medina. Se tiende a que, en un futuro, sea el propio coche el que tome las decisiones más inteligentes y, de este modo, prevenga accidentes y mantengan un mayor margen de seguridad en la conducción.
La otra línea de trabajo está focalizada en la eficiencia energética de la red viaria. La posibilidad de que los vehículos tomen sus propias decisiones en la conducción permite, además, que el ahorro en energía esté controlado, y, por otro lado, se pretende que el volumen de tráfico en las ciudades sea más ágil.
El proyecto ASEIMOV fue presentado recientemente en el Parque Científico y Tecnológico de la ULPGC, aprovechando la presencia de uno de los principales expertos internacionales en transporte inteligente, Alberto Broggi, profesor de la Universidad de Parma, Director de VisLab y presidente de la sociedad IEEE de sistemas de transporte inteligente. El profesor Broggi ha sido uno de los expertos referentes del CICEI al desarrollar el vehículo inteligente a escala. Su experiencia en el sector, ya que ha trabajado e investigado distintas aplicaciones inteligentes en más de veinte vehículos, ha sido un gran apoyo para los investigadores del CICEI.
El modelo ASEIMOV está a disposición de cualquier grupo de investigación mundial de forma totalmente gratuita. “Éste es otro de los paradigmas de esta investigación. Ofrecemos el modelo abiertamente de manera que cualquier grupo pueda desarrollar unidades ASEIMOV. Además, las aplicaciones informáticas que hemos desarrollado para la experimentación con esta plataforma son software libre, y están disponibles para su descarga en la web del proyecto: http://cicei.ulpgc.es/aseimov/”.
Para el grupo de investigadores del CICEI, la ciencia debe ser solidaria, abierta y gratuita, por lo que sus estudios están a disposición de cualquier grupo de investigación internacional que lo demande.
