Fusión de arquitectura e ingeniería para crear aldeas inteligentes en África
La Fundación Aquae premió recientemente al Proyecto Takatona II, que dirige el profesor Vicente Mirallave, y en el que participan arquitectos de la Universidad, en colaboración con ingenieros del Instituto Tecnológico de Canarias. Su principal objetivo: frenar el éxodo rural a través de la creación de empleo cualificado en arquitectura bioclimática, la introducción de energías renovables y el turismo rural en la región marroquí de Souss Massa Drâa.
No es el primer premio que recibe este proyecto, financiado por el Programa de Cooperación Transfronteriza de la Unión Europea. También ha sido distinguido con una mención especial internacional durante la IX Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo, por ser un ejemplo de cómo puede complementarse un buen paisaje urbano con un uso óptimo del binomio energía-agua en regiones rurales.
En el caso de la Fundación Aquae, que es una entidad nacional que presta servicios en los campos de la investigación y la innovación, formación, capacitación y desarrollo de personas, así como de gestión, divulgación y transferencia de conocimiento en el ámbito del Ciclo Integral del Agua, el Premio al Proyecto Takatona II ha valorado la fusión de ingeniería y arquitectura, “integradas una en la otra”. Pero, además, ha destacado especialmente que el proyecto se base en lo que se denominan ‘pueblos inteligentes’ para el tratamiento, recogida, reciclaje y depuración del agua. Takatona II está liderado por la ULPGC y el Gobierno de Canarias.
Su coordinador en la Universidad es el profesor Vicente Mirallave, y junto a él trabajan, también, los arquitectos Flora Pescador, Ángel Casas y Jin Taira, miembros del grupo de Investigación URSCAPES del Instituto de Turismo y Desarrollo Sostenible de la ULPGC.
Se trata de un proyecto de colaboración mutua con el Instituto Tecnológico de Canarias, que ha recibido la encomienda del Gobierno canario, y con el Consejo Regional de Souss Massa Drâa. El objetivo último de este proyecto de investigación es frenar el éxodo rural de la región sur de Marruecos, implantando sistemas de energía renovables en dos de sus pueblos para que éstos sean autosuficientes. Para ello, Takatona II plantea la fusión de la arquitectura, urbanismo y paisaje con los elementos de ingeniería de energías renovables y con una gestión eficiente del agua.
Así, Takatona II ha trabajado en torno a dos núcleos poblaciones rurales: Bizourane y Tagmoute, y los ha concebido como un ejemplo en materia medioambiental de control del consumo de energía, de desarrollo de nuevas carreteras, de espacios peatonales, de calidad de espacios públicos, de gestión de residuos, etc… “Porque las condiciones sociales, económicas y de infraestructuras de esta población pueden ser muy mejorables gracias a la fusión de arquitectura e ingeniería avanzada que proponemos en Takatona”, destaca uno de los arquitectos del proyecto, Jin Taira. “Hemos realizado dos pequeñas instalaciones fotovoltaicas en las dos aldeas gracias a este proyecto”, explica Jin Taira, que señala que la puesta en marcha de Takatona III, que ha recibido ya más de 620.000 euros de financiación desde la Unión Europea, vendrá a materializar muchas de las ideas propuestas por el equipo de ingenieros y arquitectos de Takatona II, entre ellas, la construcción de dos centros sociales en las dos aldeas.
Para los arquitectos de la ULPGC, el proyecto Takatona ha sido una excelente oportunidad para que la investigación entre arquitectos e ingenieros fructifique en proyectos de cooperación como el están implantando en Marruecos. “Además, son proyectos de cooperación que buscan la posibilidad de generar confianza y abrir mercado a futuras investigaciones y futuras empresas, de manera que exista un enriquecimiento mutuo de territorios africanos y de Canarias y que, al mismo tiempo, seamos protagonistas de una mejora de las condiciones de vida de muchos habitantes de este continente”.