Profesores eméritos, docentes e investigadores brillantes
La ULPGC no quiere prescindir de sus “mejores cabezas”. Para ello, el Consejo de Gobierno ha aprobado la modificación del Reglamento de Profesores Eméritos, con el objeto de continuar nutriéndose de la alta capacidad docente e investigadora en la institución académica.
Mentes brillantes. O las “mejores cabezas”, como señaló el Rector de la ULPGC en el Consejo de Gobierno para referirse al selecto grupo de profesores eméritos de la Universidad. Se trata de aquellos docentes que, por cuestiones de edad, ya disfrutan de una jubilación obligatoria, pero que, sin embargo, su espíritu docente y capacidad investigadora aún están casi intactos, lo que les ha motivado a solicitar su continuidad en la institución universitaria.
En la actualidad, la ULPGC cuenta con doce profesores eméritos, todos ellos mayores de 70 años. A pesar de su edad, la mayoría sigue contribuyendo a la institución con la impartición de docencia o la colaboración en un algún proyecto de investigación. Ejemplos como el de los catedráticos Yolanda Arencibia, Roberto Moreno o Dan Munteanu son la clara muestra de que la excelencia no tiene edad. Y para la ULPGC es un auténtico lujo seguir contando con la presencia de todos ellos.
La catedrática de Literatura Yolanda Arencibia lleva ligada a la ULPGC desde que existía el antiguo Colegio Universitario de Las Palmas, creado en 1982. Posteriormente, en 1992, fue la primera decana de la Facultad de Filología de la ULPGC y, tres años más tarde, compaginó ese cargo con el de directora de la Cátedra Pérez Galdós, de la que aún continúa siéndolo. “Desde que tuve el honor de ser catedrática emérita de la ULPGC me he dedicado en exclusiva a las tareas de dirección de esta Cátedra, en colaboración activa con el Departamento de Filología Española de la ULPGC y con el Instituto Universitario de Análisis y Aplicaciones Textuales, también de la Universidad”. Además, se encuentra inmersa en la redacción de una biografía de Benito Pérez Galdós, “que espero publicar en 2018”, porque, como ella misma declara, “continuar en activo, es continuar viviendo”.
El catedrático en Electrónica y Computación, Roberto Moreno, considera que su nombramiento como profesor emérito es un reconocimiento a su trayectoria universitaria de más de 46 años, 37 de ellos ligados a la ULPGC. “Para mí es especialmente gratificante ser reconocido en esta Universidad, a la que aporté mi modesto esfuerzo en su creación y crecimiento”. Para él sigue siendo un gran atractivo el contacto continuo con las generaciones más jóvenes, y por ello, en la actualidad, su actividad docente y de investigación se ha centrado en la formación en el Tercer Ciclo. Pero, sin duda, la labor que más resonancia ha obtenido en los últimos años es la que concierne a la organización, cada dos años, de los Congresos Internacionales Eurocast, en donde se dan cita los expertos mundiales en ciencia y tecnología de computadoras y sistemas. Roberto Moreno sigue al pie del cañón en cada una de ellos, “porque son una magnífica ventana para dar a conocer internacionalmente a nuestra Universidad, y, además, una gran oportunidad para científicos y técnicos canarios de lograr colaboraciones futuras”.
Para el catedrático de Filología Románica, Dan Munteanu, su ‘idilio’ con la ULPGC se remonta al año 1991, fecha en la que acudió a ofrecer un curso de lingüística románica como profesor visitante. Y desde ese momento se desarrollaron sus 23 años de docencia e investigación en esta Universidad, que dieron como resultado la
edición de dieciocho libros y más de una veintena de traducciones literarias de grandes autores españoles, latinoamericanos y rumanos. Ahora, para Dan Munteanu “ser profesor emérito significa la culminación de mi carrera docente e investigadora”. Sin embargo, continúa impartiendo lingüística románica en la asignatura ‘Origen y evolución del español en la Romanía”, junto a la profesora Rosa María González Monllor, y sigue dirigiendo tesis doctorales. “Aunque estoy muy satisfecho con mi condición de profesor emérito, esto no significa que deba eternizarme en este puesto”, señala. “Creo que uno debe saber retirarse y despejar el camino a los colegas más jóvenes”.
Precisamente esta última consideración del catedrático Munteanu es uno de los criterios en los que se ha basado el Vicerrectorado de Porfesorado de la ULPGC para abordar una reforma del Reglamneto de Profesores Eméritos, con el fin de adaptarlo a la actual situación tanto económica como académica y de investigación. En este sentido, el nuevo Reglamento de Porfesores Eméritos de la ULPGC estipula los criterios necesarios que deben concurrir en el perfil de sus profesores eméritos, y en donde se prioriza la gran labor y actividad docente e investigadora de aquellos profesores que solicitan ser eméritos tras su jubilación. “No queremos perder a aquellos docentes que son brillantes y que siguen manteniendo su capacidad docente e investigadora casi intacta, y por tanto son un ‘plus’ para esta Universidad”, señala la vicerrectora Belén López, “pero tenemos, también que compaginarlo con la necesaria renovación de nuestros profesores, para dar la posibilidad a las nuevas generaciones de docentes”.
Nuevos criterios y baremos
En este sentido, el baremo y criterios que debe reunir un profesor que solicite ser emérito es:
1. Haber prestado servicios en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria durante, al menos, los últimos quince años, y en la Universidad Pública durante un mínimo de veinticinco años.
2. Contar con tres o más tramos de investigación (sexenios) concedidos por la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora.
3. Cumplir con, al menos, uno de los siguientes requisitos:
a) Haber dirigido o codirigido una tesis doctoral en los últimos diez años, anteriores a la fecha de jubilación, o cinco tesis doctorales a lo largo de su trayectoria académica.
b) Haber sido miembro de un proyecto de investigación en los últimos diez años, anteriores a la fecha de jubilación, o de cinco proyectos de investigación a lo largo de su trayectoria académica.
c) Tener cinco sexenios.
En el caso de que la Comisión de Porfesorado delegada por el Consejo de Gobierno de la ULPGC considere la condición de profesor emérito tras baremar estos requisitos, la obligación de éste será impartir el 50% de su docencia habitual durante el primer año como profesor emérito; el 20% en el segundo año; y el 10% en el tercero. Igualmente, se le exige la presentación de un proyecto formativo o de investigación a desarrollar durante estos tres años.
De este modo, la ULPGC continuará nutriéndose de la excelencia de sus profesores más brillantes y, al mismo tiempo, garantizará la savia nueva entre sus docentes.