El alto riesgo de padecer trastornos de la conducta alimentaria en Canarias
Por primera vez, en Canarias se ha realizado un estudio de prevalencia de trastornos de conducta alimentaria entre los adolescentes. Este es el resultado de una Tesis de Doctorado de la estudiante María Luisa Álvarez-Malé, dirigido por los profesores Luís Serra e Inmaculada Bautista.
Los trastornos de la conducta alimentaria son trastornos mentales tales como la anorexia, bulimia o el trastorno por atracón que, como consecuencia, derivan en problemas físicos que se pueden cronificar. La obesidad y el sobrepeso son factores evidentes de riesgo a la hora de desarrollar esas patologías. En este sentido, Canarias es una de las comunidades españolas con mayor índice de sobrepeso entre sus adolescentes, tal y como evidencian estudios de riesgo llevados a cabo en los últimos años.
Sin embargo, en el Archipiélago aún no existía un estudio de prevalencia diagnóstica de estos trastornos de conductas alimentarias, o lo que es lo mismo, un estudio que determinase qué cantidad de población adolescente está afectada por esta enfermedad. Por este motivo, la estudiante de Doctorado de la ULPGC, María Luisa Álvarez-Malé, como fruto de su colaboración con la Asociación de Anorexia y Bulimia de Canarias, enfocó su tesis a esta problemática social y psicológica. “El trabajo forma parte del Estudio Epidemiológico en Canarias y del Programa de Prevención contra la Obesidad, el Soprepeso y los Trastornos de Conducta Alimentaria (Programa COSTA), financiado por La Caixa”, explica María Luisa Álvarez, que ha contado con la ayuda de su director de tesis, el catedrático de la ULPGC, Luís Serra, y con la profesora Inmaculada Bautista.
La complejidad de este estudio radica, frente a los estudios de riesgo que sólo miden este problema con un cuestionario a los participantes, en la realización de entrevistas clínicas individualizadas a un grupo de adolescentes de varios centros escolares de Gran Canaria.
Participaron un total 1.342 jóvenes de 12 a 20 años. “Fue un estudio de doble fase: primero realizamos cuestionarios a los estudiantes de quince centros educativos escogidos por zona geográfica y de manera aleatoria y, posteriormente, llevamos a cabo las entrevistas de diagnóstico individualizadas entre aquellos jóvenes cuyos resultados en los cuestionarios de cribado nos indicaron que podían estar en riesgo de desarrollar un trastorno alimentario”, explica la autora de la tesis.
Así, este estudio reveló que el 4,1% de los jóvenes canarios padecían trastornos de la conducta alimentaria, una cifra que se asemeja a la media española. Sin embargo, también destacó que existe un alto índice de prevalencia de riesgo: un 27%. “Esto nos permite detectar con cierta antelación que hay un grupo de jóvenes que, aunque aún no han desarrollado actualmente un trastorno de la conducta alimentaria, sí cuentan con síntomas evidentes de desarrollarlo, por no contar con unos hábitos adecuados de alimentación”.
María Luisa Álvarez-Malé indica que ante estas cifras es necesario abordar, desde los centros educativos, la necesidad e importancia de establecer programas de prevención entre los adolescentes, incidiendo, principalmente, en algunos factores de riesgo que su estudio ha concluido. “Hemos detectado que los adolescentes con un alto índice de prevalencia son, en su mayoría, mujeres, o que cuentan con un familiar obeso o con problemas de alcoholismo, que no realizan actividad física de manera moderada o que no cumple varios de los requisitos alimenticios que marca la dieta mediterránea”.
El estudio ha sido publicado en la revista especializada e internacional Annals of Nutrional Disorders & Therapy, así como en Nutrición Hospitalaria.