La escolarización temprana garantiza un mejor rendimiento académico

Los profesores de la ULPGC Sara González y Alexis López, afirman en un artículo publicado en la Revista de Educación que la escolarización temprana de los niños menores de 3 años mejora su rendimiento académico en Primaria.

En España, la escolarización de los niños no es obligatoria hasta que cuentan con 6 años. Sin embargo, el 99% de las familias españolas escolarizan a sus hijos a partir de los 3 años en la denominada Etapa Infantil de los centros escolares, principalmente porque el Estado ofrece estas plazas con carácter gratuito. En etapas anteriores a los 3 años, este porcentaje de escolarización temprana es radicalmente inferior, debido, principalmente, a que las plazas en guarderías ya no son de carácter gratuito, en su gran mayoría.

Con esta premisa, y tomando como referencia la Base de Datos de Evaluación General de Diagnóstico de 2009 realizado por el Ministerio de Educación, el profesor de la ULPGC Alexis López, bajo la dirección de la profesora del Departamento de Métodos Cuantitativos de la ULPGC, Sara González, inició un artículo de investigación sobre la escolarización temprana en España y el rendimiento educativo en la etapa de Primaria.

Ambos profesores analizaron, a través de modelizaciones matemáticas, la muestra de 29.000 estudiantes que cursaron cuarto curso de Primaria durante el año académico 2008-2009, para detectar qué factores podían afectar al resultado académico en dicho curso. “En este estudio se evaluó cuatro competencias: la competencia matemática, la comunicación lingüística, la competencia social y ciudadana, y la interacción con el mundo físico”, explica la profesora Sara González, “y sobre cada uno de ellas se registró una puntuación”.

“Los datos que nos ofrece la base de datos del Ministerio nunca habían sido “explotados”, hasta el momento”, explican ambos profesores, que valoraron la información sobre el rendimiento educativo y la información que esta base posee sobre las familias, directores y profesores de los centros, y el alumnado.

Los resultados de la investigación han evidenciado que de la muestra de 29.000 niños, tan sólo el 40% había sido escolarizado antes de los 3 años, y que precisamente este grupo es el que obtuvo una mejor puntuación en sus competencias académicas y sociales en cuarto de Primaria, con nueve años. “Confirmamos que, ante estudiantes con idénticas características en todo, salvo en la escolarización temprana, aquellos que estuvieron escolarizados antes de los 3 años, ya sea en escuelas infantiles o en guarderías, han obtenido mejores resultados en las competencias analizadas, y principalmente en lo que se refiere a las competencias matemáticas y lingüísticas”, destaca Sara González.

Además, se determinó que ni siquiera era importante el tipo de escuela a la que había acudido el niño con menos de 3 años, “solo el mero hecho de haber sido escolarizado antes de esa edad ya era un factor positivo”.

Influencia del trimestre de nacimiento

Otro dato realmente importante que evidenció esta investigación es que en la valoración de las competencias también influye, en gran medida, el trimestre de nacimiento del niño. “Aún con nueve años, el niño que ha nacido en diciembre tiene muchas de las competencias menos desarrolladas que aquel que ha nacido en el primer trimestre del año, por lo que es necesario que se tome conciencia de ello en las aulas y centros escolares”.

Ambos profesores han publicado el artículo de esta investigación en la Revista de Educación del MECD, y en ella realizan varias recomendaciones en torno a la política educativa española. “Principalmente abogamos porque se facilite el acceso a una escolaridad temprana para los menores de tres años, ofertando plazas gratuitas como ocurre en la etapa de Infantil de entre 3 y 6 años, ya que consideramos que esa inversión pública permitirá un mayor rendimiento académico de nuestros jóvenes en el futuro y será rentable a largo plazo”.

En el Departamento de Métodos Cuantitativos de la ULPGC se ha reactivado hace pocos años una línea de trabajo denominada ‘Economía de la Educación’, en donde se analiza ‘matemáticamente’ el sistema educativo: su influencia en el mercado laboral, su financiación, el coste y rentabilidad de determinados programas educativos, etc. El objetivo es analizar el sistema educativo desde el punto de vista de eficiencia económica: que se desarrolle al menor coste pero que, al mismo tiempo, redunde en un mercado laboral de mayor calidad.