Un presupuesto eficaz y eficiente: la asignatura pendiente en España

29/10/2015

Un presupuesto eficaz y eficiente: la asignatura pendiente en España

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El prestigioso Instituto Internacional Budget Partnership (IBP) ha vuelto a encargar a tres investigadores de la ULPGC la Encuesta de Presupuesto Abierto 2015 en España, que valora el nivel de transparencia presupuestaria del país a través de 109 indicadores analizados.

 

La Encuesta de Presupuesto Abierto que cada dos años publica el Instituto Internacional Budget Partnership, un prestigioso centro de estudio americano que cuenta con la financiación de Estados Unidos y Gran Bretaña, se ha consolidado mundialmente como una herramienta eficaz para analizar e influir en los presupuestos públicos nacionales con el fin de mejorar la calidad de la gobernanza.

 

En la actualidad, esta Encuesta se realiza en 102 países del mundo, convirtiéndose en la más objetiva en materia financiera. No en vano, prestigiosos investigadores internacionales evalúan 109 indicadores económicos de cada país para medir la transparencia presupuestaria de sus Estados, y, con ello, la rendición de cuentas a sus ciudadanos.

 

En España, los investigadores del Instituto Universitario de Ciencias y Tecnologías Cibernéticas de la ULPGC lideran este trabajo de “precisión económica y financiera”. Agustín Sánchez, Andrés Caballero y Andrés Sanz vuelven a ser los expertos designados para realizar la Encuesta en España, tras haberla publicado también en el año 2012. “Si comparamos los datos y resultados de ambas encuestas, y tras haber pasado una crisis brutal, los indicadores analizados nos revelan que seguimos fallando en lo mismo”, explica Andrés Caballero.

 

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Esto es, aunque en España cumplimos con la “praxis” de la legalidad y de la normativa, tardamos más de lo normal en auditar los presupuestos nacionales de cada año. Nada menos que 24 meses, cuando para todos los organismos de fiscalidad externa, exceder en más de 18 meses la publicación de los resultados de una auditoría hace que esta carezca de utilidad. “En España somos muy lentos. El tiempo medio del Tribunal de Cuentas para ofrecer una auditoria de los presupuestos anuales es de dos años y esto, inevitablemente, repercute en los siguientes ejercicios presupuestarios, ya que no permite una mejora continua, es decir, no tenemos la posibilidad de aprender ni de lo que hemos hecho bien según los auditores, porque sus resultados ya están desfasados tres años después”, explican los investigadores.

 

Por tanto, la Encuesta en España pone de manifiesto que las auditorias del Tribunal de Cuentas español están disociadas de la elaboración del presupuesto del siguiente ejercicio económico, lo que supone que la auditoria en España sólo cumple los criterios de legalidad, pero no de eficiencia y eficacia que permiten a un Estado verificar si sus programas y políticas económicas han obtenido algún resultado rentable.

 

En este sentido, la Encuesta mundial revela que en la evaluación del rendimiento y eficacia del gasto público, España se sitúa por detrás de otros países como Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña o Suecia, donde sus órganos de control también evalúan que su gasto público cumple con los objetivos que persigue.

 

Aunque los resultados de la Encuesta Abierta 2015 de España sitúa a nuestro país en la posición 22 de entre los 102 países estudiados por el IBP, algunos indicadores reflejan que aún estamos en niveles bajos en lo que concierne a la participación pública en el ciclo presupuestario (17 puntos sobre 100) o en la transparencia presupuestaria del parlamento (34 sobre 100 puntos). “En Europa nos situamos en la media en lo que concierne a la transparencia, que significa que disponemos de un acceso ágil y cómodo a todas las partidas presupuestarias que dependen del Estado”, señalan los investigadores de la ULPGC, que, al mismo tiempo, recomiendan en su estudio que en España debemos empezar a evaluar los presupuestos y su ejecución por objetivos, tender a la “meritocracia, porque hay vicios que políticamente hay que cambiar”, apuntan. “Es un reto colectivo”.