Agricultores instruyendo a los algoritmos
Se le denomina ‘agricultura inteligente’. Son aquellas soluciones tecnológicas que se aplican a los cultivos para mejorar los procesos productivos y la calidad de los alimentos. La ULPGC lidera el proyecto nacional Platino, para desarrollar una tecnología capaz de ofrecer soluciones, entre otras, a las vicisitudes climáticas del sector agrícola.
Drones con cámaras hiperespectrales, sensores de última generación y agricultores formarán parte importante del Proyecto Platino durante los próximos tres años. Su objetivo es dotar de soluciones tecnológicas a los cultivos, para mejorar su productividad y su calidad. Es la denominada ‘agricultura inteligente’, aquella que se basa en el uso de algoritmos inteligentes que indican a los agricultores si su producto ya está madurado y listo para recolectar, si cuenta con los índices de calidad requeridos para su comercialización o si el cultivo está en riesgo por plagas.
El Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada (IUMA) de la Universidad grancanaria lidera el proyecto Platino, trabajando conjuntamente con investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Cantabria y la universidad de Castilla La Mancha.
Por primera vez, y gracias a la integración de las distintas tecnologías y trabajos realizados por los grupos de investigadores de todas estas Universidades, Platino desarrollará una red multisensorial que abarcará varios elementos tecnológicos para la medición de distintos parámetros esenciales en el buen tratamiento de los cultivos tradicionales. “Hasta la fecha se han articulado diversos tipos de soluciones tecnológicas en agricultura que permiten prever posibles problemas en la calidad de los productos y cultivos, pero ahora proponemos utilizar varios tipos de tecnologías al mismo tiempo, orquestándolas para que el agricultor pueda abordar cualquier incidencia y de distinta índole”, explican Sebastián López y Gustavo Marrero, investigadores del IUMA.
Pero, además, el proyecto Platino contempla un factor importante: “los algoritmos inteligentes que vamos a desarrollar aprenderán de la experiencia de nuestros agricultores, una experiencia que se pierde, en muchos casos, porque se transmiten de manera oral de generaciones en generaciones”. De este modo, los datos recogidos por sensores en tierra y drones con cámaras hiperespectrales (que recogen imágenes muy potentes y que el ojo humano no es capaz de ver), podrán ser procesados por los algoritmos y aportar soluciones en función de la interpretación de dichos datos.
Toda esta tecnología será capaz de detectar posibles plagas, si los niveles de humedad de la tierra son los idóneos o si el producto se encuentra en el grado de maduración correcto. Varios cultivos agrícolas de Canarias, principalmente del sector vitivinícola, serán los primeros en beneficiarse de este proyecto piloto que supone un extraordinario avance en la producción económica, de calidad y de seguridad de los productos del sector primario. Los investigadores del IUMA trabajarán durante tres años mano a mano con los agricultores canarios, para que esta red multisensorial pueda comercializarse en un futuro no muy lejano y pueda ser una tecnología novedosa que permita exportarse a otros países del mundo.