Un viaje 'tecnológico' a Marte
Jugando y aprendiendo entre robots, drones, impresoras 3D y ordenadores. Unos 70 niños de entre 6 y 16 años se dan cita cada semana en el edificio de Ingeniería Informática de la ULPGC para participar en un campus tecnológico cuya temática es el viaje espacial a Marte.
Es un campus de verano especial, que tiene lugar en las aulas universitarias. Pero los chicos que están en ellas no alcanzan los 17 años. Es más, muchos tan sólo cuentan con 6 o 7 años y ya lo tienen claro: “me gusta jugar con robots y drones”.
El Campus Tecnológico de Verano de la ULPGC comienza su segunda edición este año, tras el extraordinario éxito de participación el verano pasado. Su coordinadora, la estudiante de Ingeniería Informática de la ULPGC, Miriam Cabrera, cuenta que la empresa organizadora, Play Code Academy, se ha visto en la necesidad de duplicar el número de semanas de campus tras la demanda de inscripciones, “y aún así, se nos han quedado muchos chicos fuera este año también”.
La ULPGC ha visto en esta iniciativa una extraordinaria oportunidad de colaborar con una empresa especializada en campus de verano para jóvenes, para poner en valor los conocimientos de sus estudiantes y egresados, que se convierten, durante un mes, en profesores de ingeniería e informática para un gran grupo de niños que no superan los 16 años. Y, además, ofrece sus aulas y laboratorios para acercar las nuevas tecnologías a las nuevas generaciones de ingenieros e informáticos. “Para nosotros supone la oportunidad de realizar un trabajo parcial, algo parecido a una pequeña inserción al mundo laboral, que nos permite desarrollar nuestro currículo y poner a prueba nuestros conocimientos para trasladarlos a los más pequeños”, destaca Miriam. Para ella, “la mejor forma de repasar es poder enseñar a los demás, y si eres capaz de explicarlo de manera sencilla es porque sabes de lo que estás hablando”. Eso mismo le dicen los profesores de la ULPGC cuando le imparten sus clases.
Kiliam, recién egresado del Grado de Ingeniería Eléctrica, imparte un taller de impresión 3D a los chicos del campus. “Les explico, primero, la importancia de esta nueva tecnología en muchos campos como el de la medicina o la ingeniería espacial, y después les ayudo a diseñar con
programas informáticos aquello que quieren imprimir en 3D”, explica. En este caso, y como se trata de realizar un viaje a Marte, han diseñado su propio cohete y un vehículo no tripulado para moverse por el ‘planeta rojo’. “Ya el año pasado les di talleres de robótica y la experiencia ha sido genial, porque, al fin y al cabo, no tenemos tanta diferencia de edad, interactuamos mucho porque ¡todos somos ‘millennials’!”, y se ríe junto a sus ‘alumnos’.
Acaymo y Javier se encuentran diseñando, en ese momento, su propio vehículo no tripulado. Tienen 14 años y valoran muy positivamente esta iniciativa de verano porque les acerca a unas de sus pasiones, las nuevas tecnologías. “Me está pareciendo un campus genial porque me será de gran ayuda en el futuro para seguir indagando en el campo de las nuevas tecnologías”, comenta Acaymo, que ya adelanta que volverá el año que viene. Javier lo tenía claro: “me encantan las matemáticas y mi madre, que es profesora universitaria, se enteró de este campus y no lo dudé, porque ya había imprimido en 3D algunas cosas, pero nunca había diseñado nada y esto es genial”.
Joel es ingeniero industrial y es el tutor del taller de desarrollo web en el Campus Tecnológico. Aunque es su primera experiencia como tutor del campus, está gratamente sorprendido. “Los niños están muy motivados y no me lo esperaba, por lo que es muy gratificante poner en práctica mis conocimientos para que ellos mismos pongan en marcha su propia página web”. Y la página es, como no podía ser de otra manera, un diario de a bordo, donde cuentan y enseñan lo que van descubriendo en su trayecto hacia Marte. Inés tiene 11 años y lo tiene ya muy avanzado, y ahí se encuentra rescatando imágenes de google que le sirven para ilustrar su web. “Yo ya me apunté el año pasado en la primera edición de este Campus y he decidido repetir porque me gustó mucho, principalmente los talleres dedicados a la impresión 3D y de programación”. No tiene muy clara su vocación profesional, pero sí sus inclinaciones formativas: “voy a estudiar la rama de ciencias y lo más probable es que me decida por todo lo relacionado con las tecnologías”.
En el laboratorio de la planta baja del edificio de Ingeniería Informática se oye una ‘jaula de grillos’. Son los más pequeños del Campus, que experimentan con los drones en otro de los laboratorios. Cuando finalicen su hora, comenzarán otro taller, esta vez de robótica. Crearán sus propios robots a partir de piezas de lego. Los grandes, manipularán pequeñas placas llenas de elementos informáticos y desarrollarán, también, aplicaciones móviles que les sean de utilidad en su odisea por el espacio.
¡Buen viaje a Marte!