Arquitectura construye su futuro

15/11/2018
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Arquitectura construye su futuro

planos de arquitecto y ladrillos

El mundo cambia, se transforma. Las ciudades ya están construidas y consolidadas en gran parte del planeta. El arquitecto ahora mira al futuro no solo para seguir planificando y construyendo, sino también en el ánimo de mantener lo construido, “de reponer lo envejecido”.

Los directores de Escuelas de Arquitectura de España (20 escuelas públicas y 15 privadas) se reunieron en Gran Canaria al amparo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para identificar los nuevos retos de los planes formativos y, también, para establecer un mapa de diferencias de la formación de los arquitectos en las universidades públicas y en las universidades privadas. “La diferencia es que las Escuelas Públicas nos hemos concebido, fundamentalmente, como un servicio a la sociedad, mientras que las privadas combinan este servicio con el de un negocio”, explica el presidente de la Conferencia de Directores de Escuelas de Arquitectura de España (CDEAE), Iván Cabrera, que además dirige la Escuela de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Valencia.

 

La Escuela de Arquitectura de la ULPGC se enmarca en aquellos centros de tamaño medio, en la actualidad con unos 500 estudiantes en sus aulas, pero como una escuela de las más consolidadas en el panorama español, con más de 50 años de historia. Y es que antes de la creación de la ULPGC como universidad, esta Escuela ya contaba con 20 años de existencia en la isla. Su director Enrique Solana defiende que el arquitecto “trabaja donde todo ser humano tiene actividad, ordenando su espacio”, y coincide con Iván Cabrera en que ya “las ciudades europeas están muy estructuras, construidas, y ahora la tendencia es la reposición de lo existente”.

 

De igual modo ocurre en el entorno canario. “El papel y la principal actividad del arquitecto en Canarias es la reposición y la transformación de los sectores urbanísticos más envejecidos: sus núcleos turísticos, y sus principales ciudades”. Aquí, sin duda, hay todavía mucho trabajo por hacer.

 

“El papel y la principal actividad del arquitecto en Canarias es la reposición y la transformación de los sectores urbanísticos más envejecidos"

 

En la actualidad, las Escuelas de Arquitectura en España centran sus esfuerzos en realizar una revisión completa de sus planes de estudios, convertidos, tras la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior, en grados que imparten formación de carácter generalista, y que cuentan con máster de especialización posterior. “Mi opinión es que debemos ‘rescatar’ la profesión de arquitecto, ofreciendo un título de arquitecto con nivel de máster”, señala Enrique Solana.

 

Retos

El futuro de la profesión ya comienza a ser el presente, sobre todo en el continente europeo, donde Iván Cabrera resume en tres los retos más inmediatos: “Europa está prácticamente construida, por lo que tenemos que empezar a centrarnos en el mantenimiento y puesta al día de estas construcciones; Europa puede ser el gran estudio de arquitectura de todo el mundo, para desarrollar la labor de construcción en países en vías de desarrollo; y hay un tercer aspecto que debemos tener presente y es que los arquitectos sabemos hacer más cosas, y no tenemos que centrarnos y obsesionarnos con un único modelo de éxito sobre el estudio de obra nueva”.

Directores de arquitectura de España

Así, y bajo estas tres premisas, las Escuelas de Arquitectura españolas se encuentran trabajando sus procesos formativos, que también tienen mucho que ver con su situación y contexto: “En España contamos con escuelas que no tienen problemas reales de supervivencia y que se están centrando en reinventarse como modelos de formación; hay otras que comienzan a tener mermados sus presupuestos y sus alumnos y que, por tanto, se centran en facilitar su acceso; y unas pocas que ya tienen muy difícil su continuidad por el entorno en el que se sitúan”, destaca Iván Cabrera.

 

En el caso de la Escuela de la ULPGC, su director Enrique Solana destaca su aspecto multidisciplinar. “Fuimos una de las primeras Escuelas españolas que fundió las dos especialidades de arquitectura que había hasta ese momento: el urbanismo y edificación, porque atendimos a nuestro territorio, por ser insular y contar con una gran presión turística”.

 

En la actualidad, Solana señala que “la intervención en las ciudades sigue siendo una constante de esta Escuela, en la que enseñamos a diseñar ciudades como si fueran edificios (arquitectura, proyecto urbano y planificación); pero también prestamos especial atención a la cooperación al desarrollo, y nos sentimos orgullosos de haber formado a doctores arquitectos en otras partes del mundo, como a los que en la actualidad forman parte de la Universidad de Guadalaja (México)”.

 

Arquitectura sigue, así, construyendo su presente y futuro desde la universidad.