Innovar o morir

15/11/2018
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Innovar o morir

imagen diseño de innovación

“Innovación es cualquier cambio que produzca mejora”. Y en el ámbito de la educación el resultado es un proceso de formación más eficaz. Esta es una de las principales conclusiones del profesor de la Universidad Politécnica de Madrid y experto en innovación educativa Ángel Fidalgo, que participó hace unos días en las Jornadas de Experiencia Educativa de la ULPGC.

 

La innovación educativa es, por tanto, uno de los principales ejes de actuación de las universidades españolas desde hace poco más de una década. “La innovación en procesos, en métodos y procedimientos es vital para el avance de cualquier área”, explica Fidalgo, “y mientras en otros ámbitos se está desarrollando desde hace varios años de manera natural y continuada, sin embargo, en el ámbito de la Educación llevamos 400 años con los mismos procesos de formación: la educación magistral, los exámenes finales para evaluar…”.

 

Por tanto, todos los expertos coinciden en que la Educación “necesita una innovación urgente, y esto se debe hacer de forma coordinada por todas las universidades”.

 

La ULPGC, a través del Vicerrectorado de Titulaciones y Formación Permanente, presta especial atención a esta área, con el apoyo y reconocimiento a 19 Grupos de Innovación Educativa, en sintonía con otras universidades españolas pero teniendo como referente a la universidad Politécnica de Madrid, que se erige como ejemplo claro de este proceso educativo. Los objetivos que todos estos proyectos llevan a cabo tienen un nexo común: desarrollar procesos y herramientas que reviertan en una formación y planes de actividad innovadores y más eficaces.

“En 2018, la ULPGC cuenta con 14 proyectos de innovación educativa"

 

En la actualidad, estos grupos desarrollan un total de 14 proyectos de Innovación Educativa, que han sido presentados en la Semana de Innovación Educativa de la ULPGC. “Los proyectos de innovación educativa de 2018 abarcan diversos ámbitos relacionados con las diferentes facetas de la educación universitaria”, destaca el Vicerrector Marcos Peñate. “Incorporan aspectos relacionados con el desarrollo de las competencias del alumnado (competencia en comprensión lectora, competencia en lengua extranjera, competencias nucleares, herramientas de verificación de competencias). Igualmente se desarrolla la competencia docente del profesor en su faceta metodológica (aprendizaje basado en problemas, uso de videotutoriales, trabajo colaborativo en Wikipedia, gamificación, competencia digital del docente, elaboración y grabación de materiales didácticos) y se estudian aspectos de índole más general tales como la modificación de la asignatura del trabajo final de grado”. Todos, elementos claves en un proceso continuo de innovación en la formación universitaria.

 

Tendencias: un desfile de modas

“Las nuevas tendencias en innovación educativa las asemejo a un desfile de modas”, explicó Ángel Fidalgo en las Jornadas de Innovación Educativa de la ULPGC. “Muchas veces se trata de ver lo que ocurre en otras partes del mundo y cuáles van a tener un efecto transformador para el resto”.

En el ámbito de la Educación, Ángel Fidalgo distingue tres tipos de áreas en las que la innovación está muy presente: las nuevas tecnologías (existen ejemplos de realidades virtuales mixtas para interactuar en un aula); los métodos más revolucionarios (por ejemplo, el ‘aula inversa’, donde el estudiante estudia la lección en casa y viene a clase a realizar los deberes de manera conjunta con el profesor y otros estudiantes); y un proceso de mejora de formación al menor coste.

La Universidad está siendo pionera en gestionar la innovación en sus centros, aunque ya comienza a ser evidente que los procesos innovativos nacen y se multiplican en cualquier nivel educativo. Este es el camino.