Una bolsa menos, para limpiar las playas
Tres estudiantes universitarios iniciaron en agosto de 2018 lo que, en principio, solo fue una conversación entre amigos, después un experimento, y finalmente un proyecto de voluntariado medioambiental en la isla de Gran Canaria.
Una bolsa menos. ¿Una bolsa menos de qué? Una bolsa menos de basura, pero también de concienciación por el cuidado de nuestro medio ambiente y de uno de los tesoros naturales y turísticos de la isla de Gran Canaria: sus playas.
Teresa Jiménez del Campo es canaria. Actualmente estudia su carrera universitaria en Barcelona. Recuerda que reunida con otros amigos en verano, en Gran Canaria, y hablando del estado de abandono en el que se encontraban algunos parajes naturales de la isla, empezó a planear hacer un experimento basado en un vídeo que circulaba por aquel entonces en las redes, y en donde se veía la costa de una playa, o mejor, no se veía, por la cantidad de basura que había depositada en ella. “Mi experimento consistió en ir todos los días a una playa diferente de la isla y comprobar cuánto tardaba en llenar una bolsa con la basura que allí encontrara”, explica.
Así nació la idea de abrir una cuenta en Instagram llamada ‘1 bolsa menos’, “en la que fuimos documentando este experimento y planteábamos una reflexión acerca del estado de nuestras playas”.
Rápidamente, la cuenta sumó más de 1.000 seguidores y una gran conciencia social.
Este experimento habría quedado solo en eso, hasta que la Fundación Mutua Madrileña, meses después, organizó un concurso de voluntariado universitario y Teresa decidió, junto a otros dos amigos también universitarios, Andrea Navarro y Pablo Santana, presentarse con un video promocional de este proyecto y con el apoyo de la Asociación de Ecologistas Turcón.
Reciclar, recoger y reducir residuos
‘1 bolsa menos’ es sinónimo de sostenibilidad, un proyecto que aboga por la importancia de reciclar, recoger y reducir residuos en espacios naturales. Así, en la actualidad, gracias a este proyecto de voluntariado se han limpiado 22 playas y recolectado 46 bolsas en aproximadamente 15 horas. Pero lo más importante es el reto de los voluntarios, que es evidenciar que “con solo dedicarle un poco de nuestro tiempo a esta labor de limpieza pueden lograrse grandes objetivos y que mediante la acción individual cada persona puede pensar lo que es capaz de hacer como consumidor y como actor del cambio”.
Teresa sigue impulsando este proyecto a pesar de vivir ahora en el extranjero. “Hay muchas formas de colaborar con el medioambiente”, comenta. “Yo lo que intento es dar a conocer una realidad y mostrar que nos concierne a todos el cuidado del medioambiente, que no podemos dejar solamente en manos del gobierno o el servicio público de recogida de basuras”.