Peritia et Doctrina: más cerca, más social

“A mi edad, con 62 años, y tras muchos años trabajando, debo reconocer que el sacho ha sido un gran antidepresivo, y ahora también lo es la actividad intelectual que me ofrece el Peritia et Doctrina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria”.

Julián Ángel Alonso, agricultor y antiguo profesor de Formación Profesional, ha comenzado a asistir a los programas formativos de la ULPGC que ya son un referente para muchas universidades españolas y que, este año, por primera vez, salen de las aulas propias de la institución universitaria para acercarse a donde “residen” muchas de las demandas sociales.

Fruto de este gran éxito de inscripciones cada año y de que existen muchos interesados en distintos puntos de la isla de Gran Canaria, el Vicerrectorado de Titulaciones y Formación Permanente de la ULPGC y las Universidades Populares en Canarias, con el apoyo de la Federación Canaria de Municipios, han puesto en marcha la experiencia de impartir los Programas Formativos de Peritia et Doctrina, dedicados a los mayores de 55 años, en la zona norte y este de la isla de Gran Canaria.

Julián Ángel: “El sacho ha sido un gran antidepresivo, y ahora también lo es la actividad intelectual que me ofrece el Peritia et Doctrina”

Ya comenzaron las clases y las sensaciones no pueden ser mejores. “Con esta experiencia se pretende que los estudios de Peritia et Doctrina de la ULPGC se impartan a través de nuestra red de Universidades Populares, en principio, en dos comarcas de la isla de Gran Canaria: en Gáldar, para aquellos mayores de los municipios del noroeste (Gáldar, Arucas, Teror, Firgas, Moya, Guía y Agaete) y en Santa Lucía de Tirajana, para los habitantes de los municipios del sureste (Santa Lucía-Vecindario, San Bartolomé de Tirajana, Mogán, Agüimes e Ingenio)”, explica el gerente de las Universidades Populares, José Luís Sarmiento, que destaca la labor social y formativa de la Universidad grancanaria entre un colectivo especialmente ávido de nuevas experiencias y de seguir manteniendo viva su curiosidad y capacidad intelectual.

Carmelo Pérez, funcionario jubilado de 68 años, también forma parte de los estudiantes de Peritia et Doctrina este año, en la sede instaurada en el municipio de Santa Lucía de Tirajana. La razón de su inscripción es seguir conectado a la vida, al saber y a la formación. “Si te jubilas y decides no hacer nada, uno se va pronto a las 'Chacaritas”, explica riéndose con esta expresión tan canaria. Agradece que la ULPGC haya decidido acercar esta formación a otros municipios, “para que gente como yo, que vivimos en el sur de la isla, podamos asistir a esta iniciativa sin problemas de desplazamientos”.

Mari Luz: “Es una forma de cultivarte, evitar situaciones de estrés y una oportunidad de pasarlo bien conociendo a gente con tus mismas inquietudes”

Por su parte, Mari Luz Pérez, de 63 años y actualmente auxiliar de enfermería, también se ha mostrado muy agradecida a que la Universidad haya instalado una sede del Peritia et Doctrina en Gáldar. Ella sigue aún en activo profesional, y su residencia en Gáldar le hacía muy complicado asistir todas las semanas al Peritia en la capital. “Tardamos mucho tiempo en desplazarnos a la capital desde el norte, y esta idea nos ha venido muy bien a los que seguimos teniendo interés por formarnos, pero sin el agobio de hacer exámenes, como me pasaba en la UNED”, destaca. “Es una forma de cultivarte, evitar situaciones de estrés y una oportunidad de pasarlo bien conociendo a gente con tus mismas inquietudes”.

Todos ellos alaban la labor de los docentes que le imparten clases en estos programas formativos, y que también hacen el esfuerzo de trasladarse a sus sedes, en el norte y sureste de la isla. “Nos encantan los profesores que tenemos, se ve que les gusta su trabajo y que están muy implicados con esta formación para un colectivo como el nuestro, en donde priorizamos saciar nuestra curiosidad, obteniendo información muy interesante de distintos ámbitos culturales y científicos”.

Para María del Mar Almeida, este nuevo proyecto que impulsa la ULPGC en Santa Lucía de Tirajana es doblemente gratificante. Ella, maestra jubilada, es, además, minusválida, un hándicap que le ha supuesto contar con más inconvenientes para trasladarse a la capital para participar en los cursos de Peritia et Doctrina. Ahora, por fin, lo ha logrado. “Sabía de este programa hace muchos años pero no me decidía a asistir por la distancia y mi minusvalía, y ahora me he integrado estupendamente en el grupo que hemos formado en Santa Lucía, con compañeros que vienen de Ingenio, Vecindario, Valsequillo, Maspalomas…” Comienza, así, este año, una aventura formativa para todos ellos, más cercana, más social.