Tendiendo puentes… de espaguetis

01/04/2019
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Tendiendo puentes… de espaguetis

No son el famoso Puente de Brooklyn, en los Estados Unidos, ni el histórico Puente Vecchio de Florencia… Aunque algo les une a los puentes elaborados en la ULPGC con este último: Italia y su más popular producto gastronómico: los espaguetis…

La Jornada de Puertas Abiertas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria fue el escenario escogido para mostrar algunas de las más impresionantes obras de ingeniería en el Campus de Tafira. Nos referimos a los ya populares puentes de espaguetis, que, como el año pasado, generaron una gran expectación en la Escuela de Ingenierías Industriales y Civiles, y que en esta convocatoria acogió a cinco equipo de estudiantes.

Grupo estudiantes participantes en concurso puentes espaguetis

‘Sumus Pontífices’, ‘Spaguetinos’, ‘…. Team’, ‘DJF’ y ‘No somos de Civil’ compitieron por alzarse con la victoria y demostrar cuál de sus puentes era el más resistente. Todos disponían del mismo material para elaborarlos: pasta alimenticia en forma de espagueti, tallarín, fideo o similar que podía pegarse con cualquier tipo de pegamento, pero siempre en sus extremos.

Así, y con algunos criterios más especificados en las bases del concurso, se presentaron cinco espectaculares obras de arquitectura y diseño que rivalizaron en diseño y resistencia delante de profesores y estudiantes que, impasibles, observaban cómo cada equipo colocaba su puente entre dos mesas y comenzaba a llenar de arena un balde que colgaba en la parte central-baja de la estructura… ¡Sólo había que esperar a que el puente se partiese en dos por el peso!. Y de este modo, entre exclamaciones de sorpresa e incredulidad, gran parte del público alababa esta divertida iniciativa, mientras los estudiantes de cada equipo le ponían su peculiar tono de humor al momento: “Este puente no es levadizo… ¡es destructivo!”, decía el primero de los que cayó por el peso del balde tras cuatro simples palas de arena. Los del equipo ‘No somos de Civil’ lo tenían muy claro: “Somos de la rama de Mecánica, así que nos esperábamos este desastre…”, al tiempo que veían caer su puente destrozado al suelo.

Ganadores de los puentes de espaguetisDesiree Gordillo y John Freddy Barbosa, del equipo DJF, fueron, al final, los justos ganadores, presentando un puente que, a pesar de ser de los más grandes y pesados, resistió como un titán el llenado completo de un balde de arena: ni más ni menos que más de diez kilos de arena colgaron del puente hasta que finalmente cedió y se partió. Pero el logro fue más que superado: el puente resistió 17 veces su peso. “La verdad es que estamos muy contentos por ganar porque, además, nos hemos pegado la noche entera sin dormir para entregarlo a tiempo en el concurso”, explica Desiree, mientras que Johh Freddy apuntaba a su lado “de siete de la tarde a siete de la mañana, todo seguido…”. El diseño de su obra arquitectónica partió de una idea original de los dos,  “aunque nos basamos en el diseño semicircular de cualquier puente real de los que podríamos ver en otra parte del mundo”, destacan. “En base a un diseño base calculamos cómo podríamos distribuir las cargas para obtener tres apoyos en el puente y así surgió el diseño de elipse, que desarrollamos pegando los espaguetis con silicona en sus extremos”.

Finalmente, el puente DJF resultó ser el que mayor peso soportó, y de manera más eficiente. Fue el resultado obtenido entre el peso del propio puente y el peso de la arena que fue capaz de cargar. Una auténtica obra de ingeniería.

 

ASÍ SE APRENDE

El Concurso de Puentes de Espaguetis es una manera muy original de poner en práctica muchos de los conceptos que se adquieren en la Universidad. El profesor del Departamento de Ingeniería Civil de la ULPGC, Luís Alberto Padrón, principal impulsor de esta iniciativa, destaca que con ella “fomentamos que los estudiantes pongan en práctica sus conocimientos para resolver un problema y, así les ayudamos a reflexionar y consolidar lo que han aprendido”. Pero a ello se suma el reto de “materializar el diseño” de una infraestructura a través de un componente lúdico, que, al mismo tiempo, “anima la vida en nuestra Escuela”.

El jurado, compuesto por varios profesores del centro, valoró especialmente el puente más eficiente, aquel que, según su tamaño, soportó más peso. Pero, para ello, antes, los estudiantes debieron ajustarse a algunos criterios fijados en las bases del concurso: que los puentes no excedieran  una altura de 50 centímetros, que contaran con una plataforma continua en donde, supuestamente, debían transitar personas y coches (a escala), y que no pesase más de 1,2 kilogramos. Desde luego, así se aprende y así se muestra lo aprendido.