Investigación responsable: grandes ejemplos sociales
Cómo impacta la investigación y la innovación en el medio ambiente y en la sociedad. Este es uno de los principales retos que se marca en la actualidad el mundo científico. La universidad, consciente de su importancia, comienza a promover los denominados estudios e ‘investigaciones responsables’.
Ejemplos de proyectos responsables existen en todas las universidades y en todos los ámbitos, pero quizás, los más destacados serían los que tienen relación directa con el respeto por el Medio Ambiente, el gran reto mundial de alcanzar un planeta más sostenible. En la ULPGC, varios investigadores lideran trabajos científicos en esta dirección.
Es el caso del Grupo de Investigación de Energías Renovables, que en la actualidad trabaja, como una de sus principales líneas de investigación, el potencial de la energía eólica marina en Canarias. La Doctora Julieta Schallemberg señala que se trata de un proyecto vital para las islas, puesto que el archipiélago ya padece una sobrexplotación de sus recursos naturales como consecuencia de la gran densidad de población y turistas que soporta. “Tenemos una dependencia energética muy alta del petróleo y sin embargo tenemos, también, un gran potencial en dos sectores de las energías renovables: la solar y la eólica”, indica.
En su grupo estudian las distintas estructuras que son posibles instalar en las costas canarias: molinos flotantes, anclados o semiflotantes, “en función de la longitud de nuestra plataforma marina”. Estas estructuras eólicas son mucho más eficientes si se instalan en territorio marino, “ya que el recurso eólico en el mar es mucho mayor que en tierra, un 30% más”, y además, tiene un menor impacto visual y acústico para la población.
En la actualidad, el grupo de Energías Renovables de la ULPGC está analizando las distintas zonas estratégicas de Canarias donde es posible desarrollar esta actividad, sin dañar las zonas costeras protegidas.
También directamente relacionado con la preservación del Medio Ambiente se sitúa el Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible de la ULPGC. El Doctor Matías González explica que algunos de sus proyectos más importantes, como SOCLIMPACT, analizan la vulnerabilidad de territorios como las islas en el avanzado proceso del cambio climático. “Formamos parte de un consorcio de universidades europeas que estamos analizando las posibilidades de descarbonizar nuestros mares y adaptarnos al cambio climático en los archipiélagos, en el ámbito de la economía azul”.
Todo ello, a juicio del Doctor González, “tiene mucho que ver con la ‘construcción’ de un turismo sostenible”, incorporando las nuevas tendencias y estrategias en políticas ambientales, como un posible ‘impuesto verde’, pagos voluntarios para compensar la contaminación en áreas turísticas o incentivos fiscales que promuevan una ‘desplastificación’.
Alerta de la amenaza invisible: los microplásticos
Y si de plásticos estamos hablando, habría que destacar a otro grupo de 
investigación en la ULPGC, especialmente preocupado por ello en sus proyectos. Se trata del grupo de Ecofisiología y Organismos Marinos, que alerta de la ‘amenaza invisible’ de los microplásticos en los océanos. Una de sus investigadoras, la Doctora Alicia Herrera, explica que sus trabajos científicos en este ámbito ya superan los cuatro años de estudio.
Con proyectos como Microtrofic están investigando en la actualidad las consecuencias de los microplásticos encontrados en muchas playas canarias: en su arena o en el mismo mar. Además, en otras investigaciones paralelas que desarrollan en este mismo grupo están analizando el impacto de los microplásticos en los animales marinos. “Analizamos recientemente 250 caballas y certificamos que el 78% de ellas contenía microplásticos en su estómago, fundamentalmente fibra sintética, consecuencia del lavado de la ropa”. Algo a tener en cuenta en la lucha contra el plástico.
También es investigación responsable todo lo que conlleva una disminución de emisión de C02 a la atmósfera, y entre los ámbitos que más se están trabajando en este aspecto está el del transporte. En la ULPGC, el Doctor Heriberto Suárez, miembro del Instituto de Investigación de Gestión del Transporte y la Movilidad, estudia las nuevas estrategias de movilidad sostenible. Esto es, las soluciones que contribuyen a que la movilidad en las ciudades y centros urbanos sea menos contaminante, incidiendo en la puesta en marcha de políticas de movilidad urbana más respetuosas con el Medio Ambiente, una gestión del tráfico más eficiente con la incorporación de nuevas zonas de aparcamiento y zonas peatonales; o la definición de políticas de inversión en transporte público, para que sea una alternativa real al vehículo privado.
“Los trabajos que realizamos analizan, principalmente, los costes y financiación de estas soluciones estratégicas en la movilidad de una ciudad, al mismo tiempo, nos sirven para establecer criterios óptimos que sean de utilidad para las políticas de movilidad publica”, destaca.
Y en el ámbito médico también es posible ver ejemplos interesantes de investigación responsable. Aquellos que directamente están enfocados a mejorar las condiciones de vida de sectores de la población más desfavorecidos, y donde existe una estrecha relación entre educación y salud.
Este es el caso del proyecto MACbiolDi que lidera el Doctor Juan Ruíz Alzola en el Instituto de Investigación Biomédica y Sanitaria de la ULPGC. “En Canarias estamos en una posición inmejorable para jugar un papel importante en dotar de tecnología médica y humanitaria a países africanos”, explica.
Este es el gran reto del proyecto, que se basa en un centro de conexión internacional de tecnología médica: “Identificamos necesidades concretas en algunas regiones o países en vías de desarrollo y analizamos cómo podemos contribuir a implantar un equipamiento concreto, de bajo coste pero de alta tecnología”, indica.
A través de este gran proyecto europeo también se favorece el desarrollo de software médicos que permiten utilizar tecnologías 3D o se ofrecen prácticas a médicos africanos en hospitales canarios, lo que les posibilita acceder a nuevas operaciones quirúrgicas.
Todos ellos son un claro ejemplo de que la investigación y la innovación pueden, y deben, tener un fin social responsable. Es un gran caudal de formación al servicio de la sociedad y de un planeta más sostenible.
