¿Por qué patentar un invento?

31/10/2019
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¿Por qué patentar un invento?

“Las patentes son una herramienta esencial porque protegen la autoría de los inventos y permiten su transferencia a las empresas”, explica María Sacristán, responsable de la Oficina de Propiedad Industrial e Intelectual de la ULPGC. “Hacen que una idea brillante se materialice y mejore nuestras vidas”. La Universidad juega un papel trascendental en la labor de impulsar las patentes.

oficina patentes ulpgc

“La Universidad es, entre otra cosas, una ‘fábrica de ideas’ donde el personal investigador y los estudiantes pueden crear inventos y modelos de utilidad que merecen ser protegidos para que puedan ser transferidos a la empresa”. Con la investigación y la innovación que se desarrolla diariamente en el entorno universitario, ya sea a través de grandes proyectos liderados por grupos de investigación o simplemente con la elaboración de un Trabajo Final de Grado que presenta un estudiante, se puede ser capaz de ensayar nuevos productos o soluciones que responden a distintas necesidades sociales o del mercado. Y, en algunos casos, esta investigación puede dar como resultado un producto o un servicio a patentar, puesto que se trataría de una invención novedosa o inédita. Y, en otros casos, podría dar lugar a lo que se denomina un ‘modelo de utilidad’, que se trataría de una nueva solución o mejora aplicada a una invención ya existente.

La patente y los modelos de utilidad son, en definitiva, el resultado del trabajo de ese ‘laboratorio de ideas’ que son los centros de investigación como las instituciones universitarias, un espacio común donde docentes, investigadores y estudiantes conviven con el conocimiento que aspira a transformar la sociedad.

Oficina de Propiedad Intelectual

Aunque en la ULPGC ya se realizaba un ‘pequeño trabajo silencioso’ desde el año 1992 en torno a la tramitación de patentes de algunos de proyectos de investigación desarrollados en su seno, no es hasta el año 2015 cuando existe un interés más evidente por proteger la tecnología que se genera en la institución universitaria, con el objetivo de hacerla llegar posteriormente a las empresas o entidades que pudieran hacer uso de ella. Así nació la Oficina de Propiedad Industrial e Intelectual de la ULPGC.

"Si una patente desarrollada en el seno de la ULPGC se logra vender al sector empresarial o a un organismo público, el investigador debe saber que el 80% del beneficio será para él"

Las cifras le avalan. Mientras en el período 1992-2014 (22 años) se llevaron a cabo 76 solicitudes de patentes en la ULPGC, de las que se concedieron un total de 59, en tan sólo cuatro años (2015-2019) se han solicitado 52 patentes y ya están concedidas casi la mitad de ellas. Para la responsable de la Unidad, María Sacristán, este gran incremento de solicitudes en los último cuatro años puede tener su explicación en varias iniciativas. La primera de ellas es, sin duda, la creación de esta Oficina como punto estratégico al que los investigadores y estudiantes de la ULPGC pueden dirigirse para consultar, asesorarse o presentar la documentación que se requiere para iniciar el procedimiento de solicitud de una patente.

Pero para María Sacristán también parece evidente la labor de divulgación y formación que se ha realizado en los últimos años entre los investigadores, “a los que hemos explicado los beneficios de una patente en el ámbito universitario y cómo deben proceder para proteger sus resultados de investigación”.

Y es que si finalmente una patente desarrollada en el seno de la ULPGC se logra vender al sector empresarial o a un organismo público, el investigador debe saber que el 80% del beneficio será para él, y el 20% restante para la institución universitaria, un dinero que se reinvertiría en seguir fomentando la solicitud de patentes, la divulgación y formación en este ámbito.

 

PATENTES ILUSTRADAS

Con motivo del 30 Aniversario de la ULPGC, la institución ha publicado una obra ilustrada y portada librodivulgativa que arranca en el año 1992, “un año que marcaría el compromiso serio con la Protección Industrial de la ULPGC” y en donde se sitúa la primera patente de la ULPGC: Procedimiento para la biofiltración de anhídrido carbónico de gases de combustión mediante algas, del investigador Guillermo García Bairsy.

En el libro ‘Patentes Ilustradas’ se engloban, mediante ilustraciones y textos de fácil lectura, treinta años de invenciones en la ULPGC: más de 90 patentes y modelos de utilidad. Entre ellas destaca la patente que fue transferida en este mismo año 2019 a una multinacional, y que fue el resultado del trabajo científico del Grupo de Ingeniería Biomédica Aplicada a la Estimulación Neuronal y Sensorial del SIANI, y que ha supuesto un retorno económico de 700.000 euros a la institución universitaria y los propios investigadores.